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Hope-Mariam Leó

Hope-Mariam Leó

Autor:Mariam León

Terminado

Introducción
Burke, tenía su destino pactado, se iría a la universidad el próximo año con su beca universitaria y entraría en la liga juvenil de fútbol pero eso cambió cuando Anna regresó con una niña en brazos una niña que se parecía demasiado a él.¿Podría ser el padre? ¿Sería capaz de cuidarla? ¿Qué pasaría con su vida, su carrera y su futuro? Anna odiaba tener que volver al pueblo donde tanto daño le hicieron solo por las decisiones de su madre pero ahora no estaba sola, tenía lo único que la hacía feliz su hija Hope y no iba a dejar que nadie la lastimara como le hicieron a ella
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Capítulo

  Un año antes....

  —¡piensas ir a esa maldita fiesta Anna!

  La voz ebria de mi madre hace que desee todavía más salir de esa casa. Ella era cruel cuando estaba sobria pero con el alcohol en sus venas era desgarradora. Yo era el mal recuerdo de lo que no pudo ser, la hija bastarda del hombre más adinerado del pueblo, el mismo hombre que me miraba por encima del hombro cuando paseaba con su perfecta familia, el hombre que le compraba cosas a su pequeña princesa mimada mientras yo apenas tenía una mochila para ir a clases. Yo la odiaba para ser sinceras, nunca le he dado una oportunidad y he dedicado cada uno de mis días a hacerla miserable.

  —voy a ir a ese maldito baile porque tengo derecho, porque me da la gana y porque nadie en este maldito pueblo puede impedirlo.

  Mi madre tira su botella de cerveza contra la pared

  —¿te gusta que te llamen zorra verdad? Eres una maldita pesadilla—toma otra cerveza de la nevera—ve a esa maldita fiesta y no regreses, te odio.

  Sus ojos inyectados en sangre me miran con odio

  —eres la culpable de todo, si no te hubieras empeñado en vivir ahora yo no sería la zorra del pueblo.

  Aprieto mis manos en un puño

  —nunca vas a ser nada para él Mamá, hubiera o no nacido él se había casado con aquella mujer ¡ese hombre jamás te quiso!

  Grite saliendo por la puerta.

  Era el baile de graduación y nadie tenía derecho a prohibirme ir. Camine por la acera hasta en silencio. Mi vestido cake de tirantes caídos llegaba hasta mi rodilla, un soplo de aire lo movió un poco he intente no pensar más en mi madre. Ella era cruel, no recuerdo alguna vez que me haya querido, en realidad dudo que me quisiera en absoluto.

  Mi vida era miserable, tenía mi pandilla de marginados y malas influencias pero al final, el hijo de los propietarios del club para caballeros, la hermana de Eva la chica que se casó con el marido de su hermana y como no los típicos chicos que fumaban hierba eran mis únicos amigos o por lo menos lo intentaban.en realidad solo éramos marginados en busca de alguien para compartir el tiempo.

  Decidida a ignorar la mirada desdeñosa que me daban todos en este pequeño pueblo. Camine con la cabeza en alto hdts la escuela

  Mi madre fue la querida de el señor Monroe, yo era eso que tanto quiso esconder, al punto que nadie supo de mi hasta que estuvo de parto. Una vergüenza, así era como me llamaban desde que recuerdo, nadie venía a mis cumpleaños, en realidad nunca celebraba ninguno pero eso dejó de importarme hace mucho ¿que más daba las malas compañías? Cuando ninguna chica quería hablar con la bastarda de Monroe.

  Aprieto mi pequeño bolso de fiesta recordando como fue mi vida. Mi maldita media hermana iba a vallet, tenía amigas que asistían a sus cumpleaños e incluso llevaban regalos para ella ¿que tenía yo?.... Nada una madre alcohólica, que me odiaba por haber arruinado su reputación y su futuro.El instituto estaba completamente iluminado, camine por los pasillo hasta el gimnasio y me quedé en la puerta mirando donde se selebraba el baile.de repente mi estómago dio un vuelco, pero no iba a dejar que nadie me impidiera vivir este momento.

  —qué haces aquí

  La voz calmada pero isterica de una de las amigas de mi media hermana llamó mi atención al frente

  —vine al baile —respondí mirándola —ahora déjame pasar.

  Exijo pero ella se cruza de brazos

  —no deberías estar aquí, no tienes derecho hemos tenido que soportar esto por obligación pero no más cariño, el curso acabó ayer y tu simplemente deberías largarte a beber como la zorra de tu madre.—señala toda la sala con una mano—nadie quiere bailar contigo, nadie te quiere aquí

  Le di un empujón molesta y ella soltó una exclamación tambaleándose sobre sus tacones. Camine más allá de ella y todos me miraron con reprobación, nadie me quería ahí, nadie quería a la niña mala del pueblo. Me senté en un de las mesas e intenté ignorar los murmullos en la sala.

  Fui por un vaso de ponche y entonces ella se aserco. La odiaba tanto...

  —Anna, mmm quieres venir a mi mesa

  La voz delicada y remilgada de mi media hermana me hizo hervir la sangre. Llevaba aquel virginal y perfecto vestido blanco, su maquillaje era casi profesional y sin duda su peinado no tenía nada que ver con el mio.

  Yo llevaba algo que compre con mi salario y que ni remotamente se comparaba al de ella

  —no

  Fue mi única respuesta antes de servir el trago

  —me alegra que mmm estés aquí...

  Insiste una vez más y su tono amistoso me molesta ¡la odio! Solo por existir

  —lárgate de mi maldita vista Serena, no quiero nada de ti

  Le suelto dándome la vuelta y ella abre su perfectamente pintada boca

  —solo quería felicitarte por la beca, es una buena universidad en Dallas.

  Iniste poniendo su mano sobre mi brazo. Esto me molesta, no quiero nada de ella o de su familia

  —¡no me toques maldita sea!

  Grito intentando soltarme de su agarre,el vaso que llevaba con ella se derrama sobre su vestido y maldigo cuando comienza a llorar como una remilgada. Sus amigas se acercan lanzándome miradas asesinas

  —vete de una maldita vez, nadie te quiere aquí, deberías irte a un lugar donde nadie sepa que eres una bastarda.

  Sintia la que hablo me lanza su propia bebida arruinando mi ropa, la tomó del pelo y mientras grita la empujó lejos donde una multitud me observa.

  —mueranse, todos ustedes y sus malditas vidas perfectas no necesito nada de ustedes, ni siquiera su estúpido baile.tiró el vaso de ponche al suelo

  antes de salir por las puertas hasta la cancha de fútbol.

  El aire frío me eriza la piel pero no me importa, en realidad hoy era mi último día en este maldito lugar, tenía mis maletas hechas para largarme.ese era mi sueño no volver nunca más Saqué la pequeña cantimplora que le robe a mi madre y hice lo mismo que todos esperaban me emborracha, sola y sintiéndome miserable

  La noche era perfecta, las estrellas brillaban Mientras la hierba acariciaba mi espalda sonreí borracha. Mis zapatos fueron a alguna parte pero ahora mismo no creía que fuera un problema, en realidad no existía nada más allá del cielo en este momento.solo era yo y nada más ni mi hermana ni el pueblo, nada...

  —no deberías estar aquí.

  La voz vino de alguna parte arruinando mi pequeño momento de felicidad, intentando ponerme en pie mientras recojo la cantimplora del suelo

  —lo siento, la maldita bastarda se va de tu cancha en este momento, no necesito más problemas.

  Respondo buscando mis zapatos. Una mano masculina se pone sobre mi hombro y miró al chico que es un dueño.

  Pelo negro, ojos negros piel morena.no existe nadie en este lugar que no conozca a Burke ,su padre es un prestigioso abogado y su madre fue reina de belleza en su juventud como yo es famoso en todo el lugar solo que él lo es por algo bueno.

  —yo tampoco necesito más ¿puedo sentarme contigo?

  Lo miro algo incrédula antes de encogerse de hombros, realmente no me importa

  —si te ven conmigo podrías tener mala reputación

  Explicó repitiendo lo que todos dicen de mí y él me mira durante un momento

  —¿eres Anna?, ¿Anna Griff?

  Genial ya sabe quien soy

  —yep —sonrió—más vale que corras o intentaré meterme dentro de tu pantalón para arruinar tu vida.

  Repito las palabras que una vez pronunció mi padre y él frunce el ceño.

  —No vas a arruinar mi vida o algo parecido ya la he arruinado yo mismo—me mira — tengo que repetir el maldito curso y que una chica como tu se quiera meter en mi pantalón más bien es una buena cosa

  Sonrío ante su cinplido y el me mira durante un minuto. Es guapo, es listo y sobre todo tiene algo que yo nunca voy a tener una familia feliz.

  —no recuerdo haberte visto antes, eres linda Anna.

  La forma en la que pronuncia mi nombre es dulce y diferente a todas las otras veces que lo han dicho, se siente bien...

  —no frecuentados los mismos círculos —Respondo—en realidad no frecuento ningún círculo—doy un trago a mi bebida— en este lugar todos me aborrecen.

  Él sonríe ofreciéndome la mano

  —yo no te aborrezco bienvenida a mi circulo.

  Sonrió ante ese comentario y un pensamiento viene a mi mente ¿podría él?, bueno quizás... Sería lindo si el fuese mi prime...

  —¿te puedo dar un beso?

  Si repentina pregunta me deja muda, nadie a querido nada de mi, ni siquiera eso. Quiero decir que si pero es una palabra que no puedo pronunciar pero tampoco es necesario el simplemente me toma la cara entre las manos y pegó sus labios con los míos. Sabe a limón, a ponche y quizás un poco a alcohol ¿o soy yo?

  No lo sé, realmente no puedo pensar, ahora que sus manos abandonaron mi cara para explorar territorios desconocido bajo mi vestido. Se que debo parar, que esto está mal, ni siquiera hemos hablado antes pero no quiero, por primera vez en mucho tiempo me siento necesitada,quizás sea el alcohol o quizás solo sean mis ganas de ser necesitado por alguien.él parece realmente creer que balto algo

  La boca de Burke deja la mía para ir directo a mi cuello

  —puedo besarte ¿Anna?

  Pregunta una vez más y solo soy capaz de gemir, él lo toma como un si y va directo a entrepierna. Se siente bien cuando toca ahí mientras su boca besa el escote de mi vestido. Sus manos parece esperas mientras acaricia mi centro sobre las bragas pero estoy demasiado perdida en sus besos

  —me necesitas...

  Susurro contra sus labios

  —si nena te necesito...

  En algún momentos bajó mis bragas y me deja completamente desnuda bajo el vestido. Intento mirarlo a la cara pero está demasiado ocupado acariciando mi pezón por encima del escote. Se siente bien, no quiero que termine, me aferro con todas mis fuerzas y de un momento a otro estoy tumbada en la hierba, con él entre mis piernas mirando como su cabellera negra se mueve mientras devora mi pezon,sus labios muerden mi carne prendiendo en llama ahí donde toca, sus manos han dejado de tocarme entre las piernas, puedo sentir la humedad ahí extrañamente agradable, sus manos suben mi vestido hasta la cintura y no tarda mucho en meter sus dedos dentro de mi provocandome cosas que no comprendo. Es como si algo más fuerte estuviera apoderándose de mi vientre, a tal punto que quiero que estalle, que reviente que me vuele en mil pedazos

  —tan húmeda, nena eres hermosa —toda esta piel es hermosa

  Susurra contra mi piel y mi corazón se llena de todo aquello que me ha hecho falta, escuchó el cierre de su pantalón y doy un ligero brinco cuando algo duro y caliente se roza contra mi entrada. El dolor viene un segundo después cuando él se clava profundo dentro de mi y comienza a moverse, arde, duele tanto que me quedo sin aire pero él no se detiene, poco a poco la cesación va creciendo en mi vientre, mis uñas se clavan en su camisa y él gime golpeando más duro dentro de mi. Estoy casi ahí, es una sensación maravillosa y estoy segura que en dos minutos más explotara en mil pedazos como lo describen las revistas. Pero esos dos minutos no llegan, el chico sobre mi aprieta los dientes mientras se hunde una vez más en mi, lo siento alcanzar su orgasmo y justo después mi alma se rompe para siempre.

  —maldita sea que acabo de hacer

  —Gruñe la palabras saliendo de mi como si fuera algo impuro—eres malditamente virgen, le quite la virginidad a la hija de Sara—golpea el césped junto a mi cabeza dónde está apoyada su mano— mis padres van a matarme esta vez de verdad.

  Masculla poniéndose en pie esto es más de lo que puedo soportar,mi corazón se destroza un poco más si fuese posible pero no digo nada, no vale la pena porque todo el maldito pueblo tenía razón soy como mi madre, una mujer fácil de usar pero que no vale para mas nada. Me pongo en pie menos mareada con la sangre goteando entre mis piernas y salgo corriendo de allí como pude descalza

  Corrí todo el camino a casa y cuando entré en esta, mi madre estaba ahí desplomada sobre el piso rodeada de algo que no podía ser otra cosa más que sangre. Corrí en busca de ayuda pero nadie respondió, nadie haría nada por ella....por mi

  Me senté en el porche hasta que llegó la ambulancia casi media hora después, esta era la peor sin dudas de las noches de mi vida.

  El entierro fue horrible, solo yo fui a despedirla. Nadie me dirijo la palabra en aquel lugar hasta el otro día. Cerre las puertas de mi casa cuando el taxi llegó y pude ver a cada uno de mis vecinos en sus puertas

  —lárgate zorra, no queremos a nadie aquí

  La mujer que habla lleva una biblia debajo del brazo, la ignoro montandome en el taxi, no quería volver nunca más, esta ya no era mi casa.

  3 semanas después

  Mordí mi labio nerviosa mientras miraba el predictor con dos rayas de color rosa ¿podía ser?, diablos ¡cómo podía pasarme esto! Yo no quería ser como mi madre, yo no podía ser como ella...

  Coloque una mano en mi vientre y sonreí asustada y feliz, no importa si fuera deseada o no yo iva a tener un bebé, alguien me necesitaba, alguien a quien tenía que proteger...