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Oppa

Oppa

Autor:Spanish Unnie

Terminado

Introducción
Jungkook comienza a romantizar a su mejor amiga, y la tensión sexual no tardará en aparecer entre los dos.Mediante alcohol, discusiones, y conflictos internos, llegará el despertar sexual de la menor, así como algo más allá del deseo por Jungkook. "Te quiero hacer muchas cosas ahora mismo, cosas que no te haría un amigo.
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Capítulo

  Jungkook

  Había dejado de prestarle atención a la película hace tiempo.

  No puedo evitar mirar la cabeza de Yuri apoyada en mis muslos, ni tampoco consigo apartar los pensamientos sucios que me atacan al tenerla tan cerca de mi entrepierna.

  Su cuerpo está recostado a lo largo del sofá como si estuviese posando para una foto, y su falda ligeramente alzada revela los muslos que tan loco me traen a veces.

  ¿Debería tener pensamientos tan oscuros con mi mejor amiga?

  —Dongsaeng, se está haciendo tarde —rozo su mejilla con las yemas de mis dedos porque sé que eso le encanta, no me equivoco cuando cierra los ojos y disfruta el tacto—, te estás durmiendo y todavía no te has puesto el pijama.

  Despega la mirada de la televisión y gira la cabeza hacia la derecha para mirarme, su pómulo quedando a centímetros del bulto en mi pantalón.

  —No quiero irme a dormir todavía. Y deja de llamarme así, no soy tan pequeña —continúo estimulando su suave piel con las yemas de mis dedos y estudiando su cara de éxtasis.

  —Para mí sí que lo eres, y no te queda más remedio que hacerle caso a tu oppa —sé que le pone nerviosa que diga esa palabra.

  Mi teoría queda reforzada cuando abre los ojos y me da un golpe en el pecho, titubeando un poco.

  —He cambiado de idea, ahora sí que tengo sueño.

  —No es verdad, solo estás incómoda porque he dicho oppa.

  El calor de su cuerpo se evapora cuando se levanta con inquietud y queda frente a mí. La miro embelesado, las cosas que me hace Park Yuri solo con mirarle... Le guiño un ojo y suelta una risita tonta.

  —Anda, ven aquí —palmeo mis muslos, invitándola a sentarse encima mío.

  Cierro los ojos inconscientemente cuando siento su peso de nuevo sobre el mío, y recuesta la cabeza en mi pecho.

  Se me ocurre que es buena idea bajar la mirada a su falda arrugada en sus muslos expuestos, y me obligo a respirar profundamente con los pensamientos que me llegan.

  El pantalón es lo único que me impide sentir su calidez, porque noto sus bragas sobre mi entrepierna.

  Podría tocarlos ahora mismo, solo tendría que bajar la mano y apretujarlos; tal vez dar algún mordisquito en el interior, tal vez comerme a Yuri entera.

  Sería una gran putada tener una erección ahora

  Acaricio su cuello con las yemas de los dedos mientras observo su reacción, y se retuerce ligeramente cada vez que rozo su nuca. Le apacigua y me gusta demasiado las caras de placer que hace.

  ¿Lucirá igual de adorable cuando se masturba?

  —Pareces un gatito al que le encanta que le acaricien —no me contesta, pero retira su pelo a un lado, exponiendo su cuello para mí. Juvenil y fresco, pidiendo a gritos ser marcado.

  Decido jugar con ella y dejar de masajear aquel punto tan sensible de su nuca, y extiendo mis brazos en el sofá.

  —Jungkook... —no tarda en emitir un suave quejido por la falta de contacto, y su gemidito va directo a mi pantalón.

  —Se me está cansando la mano, Yuri —contesto en tono burlón. Se echa para atrás recta para mirarme, y sus pequeñas manos frotan mis hombros. Su mirada se funde con la mía en un intento de manipulación.

  —Por favor, oppa —me llama así sabiendo que no voy a resistir la tentación, una sonrisa traviesa en sus gruesos labios.

  —¿Por favor qué? —me relamo los labios al no dejar de ver los suyos, y vuelvo a mirar sus ojos cuando me comienzo a dejar en evidencia sexualmente.

  Solo quiere que le continue acariciando y yo estoy pensando en abrirla de piernas y comérmela, ¿qué coño me pasa?

  —Tócame, por favor —cojo su cara entre mis manos y la miro con seriedad.

  Sus palabras son tan malinterpretables...

  —Yuri, tu concepto de tocar no es el mismo que el mío, ¿sabes? —mis ojos viajan de sus labios a sus ojos repetidas veces—. Puedo seguir dándote caricias en el cuello, pero tiene que ser a mi manera.

  —¿A tu manera?

  —No tienes que decir nada, solo cierra los ojos como antes —insisto.

  —¿Qué vas a ha...

  —Haz lo que te he dicho —digo con voz grave. El hecho de verla obedecerme con tanta sumisión solo hace que me ponga más caliente e imagine todas las cosas que le puedo hacer.

  La entrepierna ya me está empezando a doler

  ¿Es demasiado si le cojo el cuello?

  Me dejo llevar y le rodeo la base del cuello, y noto lo tranquila que Yuri está. Hundí la nariz en su piel, tomándome mi tiempo en respirar su adictivo aroma dulce.

  Huele a su clásica inocencia, a la fragancia del champú que usa; huele a euforia reprimida.

  Presiono mis labios contra su piel y comienzo a moverlos con suavidad, y poco a poco voy combinando los movimientos con mi lengua, dejando algunas zonas de su cuello húmedas.

  Descubro los dientes y muerdo su piel con deseo, acercando más su cuello con la mano, sin poder contener más las ganas que le tengo a mi mejor amiga.

  Y se siente tan bien que no parece erróneo

  Noto sus muslos tensarse ligeramente sobre los míos, y su mano arruga mi camiseta entre sus deditos. Es la excitación tomando el control de su cuerpo.

  —¿Te gusta? —detengo los movimientos pero no me separo de su cuello, y complementa el "sí" susurrado con un asentimiento débil.

  Pruebo diferentes niveles de presión en la mordida, y me llevo una sorpresa cuando escucho un suspiro entrecortado al succionar su piel con mucha fuerza.

  —Uh...me gusta eso —murmura, enrollando sus brazos en mi nuca. Percibo cómo acerca las caderas a las mías en busca de cercanía, y noto una palpitación en la polla.

  —¿Quieres que apriete más? —se me agrava la voz contra su piel, y espero su confirmación antes de continuar.

  Vuelve a asentir, y sonrío sin que me vea.

  Repito el movimiento, succionando su piel y mordiéndola con miedo de hacerle daño. Captó cómo Yuri se muerde el labio con más fuerza y su respiración se hace irregular.

  Una bombilla se enciende en mi cabeza.

  A Yuri le gusta el dolor