Todo el mundo tiene planes, metas a largo plazo para crear un futuro estable y duradero, donde escoger la mejor opción no es tan difícil, si es que sabes lo que realmente quieres.

La verdad se escucha simple, pero no todos tienen ese privilegio de poder tomar decisiones; en mi caso yo no puedo ni debo pensar en alguna posibilidad de cambiar mi destino, solo tengo que seguir órdenes de Cearbhall para crear su mundo perfecto, en el cual no hay tiempo de sentir emociones, el amor es una maldición y pensar hace a las personas torpes, solo somos herramientas para un propósito donde él es dueño de todo, la libertad solo se la dará a quien el considere que la merece, y nadie puede contradecir su palabra, nadie es más que el...

El mundo se torno obscuro, no hay bondad, alegría o esperanza alguna. Caminar en las calles es peligroso, desde que creo aquella máquina la noche es eterna, creo criaturas a las que llama defectos solo por buscar a su mariposa perdida, desconozco quien es.

Con el tiempo olvide como sonreír, y el calor del sol, la diversión con los amigos es un recuerdo lejano que poco a poco se esfuma y ya no puedo recordar sus rostros, ahora soy alguien que roba el último suspiro de las personas, de aquellas que Cearbhall cree que son un problema, cada vez que lo hago, una parte de mi se va con ellos volviéndome fría, no siento pena por ellos.

La luna se convirtió en mi amiga al igual que mi verdugo, solamente ella sabe mi sufrimiento y mi anelo, solo para poder recuperar a la persona que más amaba, soportaba aquel infierno, pero todo fue una mentira, en el momento que firme aquel contrato todo se volvió caótico, no podía ser valiente, no podía golpear a quien la lastimó en frente de mi, solo baje la cabeza aceptando sus reglas.

Pero todo cambio, Cearbhall está furioso diciendo que cometí mi último error, no se a que se refiere; no me quedaré a descubrir la respuesta le doy la espalda huyendo del lugar, mi vida está en juego, necesito estar lo más lejos de él, encuentro una casa abandonada donde me escondo.

Estaba cansada, de pronto comienza a llover, gracias a eso mi olor desaparece y confunde a quien me persigue, se que no tengo posibilidades de vencerlo.

Kai es su hombre más fuerte y se ganó el sobrenombre de perro; todo aquel que es perseguido por Kai termina muerto.

Al sentir que están lejos, recorro la casa para ver si hay algo que me sirva, de pronto un gritó se escucha, me asomo a la ventana, un destello me me deja ciega por un momento, una fuerte explosión le sigue aventandome hacia una pared...

El sonido de la lluvia era relajante que poco a poco me fui durmiendo...