—Sasuke, entiéndelo no puedo ser tu novia.—respondió la kunoichi con las lágrimas acumuladas a punto de llorar.
—Con razón no va a querer aceptar tu propuesta Sasuke, después de todo es una cualquiera.—apareció Karin por detrás interrumpiendo a la pareja sujetando una foto en sus manos.
—Sakura... —el Uchiha la miró aún sin creerlo—¿Es verdad?—tragó saliva y le dio la espalda dando un fuerte puñetazo al suelo para desahogar su furia.
—Tú te fuiste y no me dejaste nada claro, me dijiste que volverías pero pasaron prácticamente siete meses y yo sin saber nada de ti. ¿Qué te esperabas? ¿te crees que te esperaré para siempre? Yo...—rompió a llorar, sus piernas empezaron a estremecerse y acto seguido cayó al suelo, sin lugar a dudas su enfermedad empezó a surtir efecto en ella.
—¿No fue suficiente con la promesa que te dije? Creí que lo dejé bastante claro.—empezó a alejarse con el puño apretado de la rabia—Karin, andando.
—Lo tenías bien merecido por haber ocupado el corazón de mi Uchiha todo este tiempo, miserable.—la pelirroja la miró con desprecio y acto seguido le lanzó la foto y se alejó del lugar dejándola sola en aquella colina.
—Sasuke... te juro que no hice nada... todo es tan... —sintió un fuerte mareo, sus ojos le empezaron a cerrarse y su cuerpo no respondía. —Sasu... —cayó desmayada.