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Deseos Prohibido

Deseos Prohibido

Autor:Vasthy Rebeca Zambrano Toledo

Terminado

Introducción
Carther es una adolescente con una vida tranquila, su madre ha muerto hace poco, y su padre se ha tenido que hacer cargo de ella. Pasa mucho tiempo metido en su empresa, por lo que Carther pasa acompañada por Sofia , su mejor amiga. Eso hasta que un dia, por cuestiones de negocios, Stephen aparece en su casa, un chico cubierto en tatuajes, demasiado joven para estar a cargo de alguna empresa. Es esquivo, todo lo que puede, con ella, los negocios, no son su principal intencion en esto, hacer sufrir a la familia de esta chica es su intencion. Pero las cosas no saldran como las planea, cuando dentro de ecuacion se suma el amor. Ahora tendra que protegerla de su propio plan, su propia ira, su propio hermano.
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Capítulo

  La vida es mucho mejor con música, definitivamente, ¿habrá alguien que la odie?, irme caminando desde la casa de Sofia hasta la mía seria aburridísimo sin un poco de música, mi padre siempre me regaña porque no le escucho cuando me habla por estar con esos "aparatitos" en los oídos, pero yo digo que es mucho mejor que escucharlo regañar y gritar por teléfono.

  Me gusta caminar por estas calles en otoño, las veredas tienen arboles a los costados por lo que el camino se llena de hojas de distintas tonalidades, claro eso hasta la entrada de mi casa, mi madrastra las manda a barrer siempre, a veces creo que tiene problemas, es demasiado maniática por el orden, y yo soy totalmente lo contrario, le agradecí a papa cuando me dijo que no viviría por ahora con nosotros, pero ese "por ahora" tiene fecha de caducidad y lo tengo claro.

  Voy tan sumida en mis pensamientos y en tratar de cantar bien la letra de "Do I wanna know" que apenas si me doy cuenta cuando un chico cae frente a mi junto a su bicicleta, me quito de inmediato los audífonos e intento ayudarle, pero parece que él está bastante molesto como para aceptar mi ayuda.

  —¿Tu eres imbécil o qué? — se levanta con bastante dificultad creo que se ha golpeado una costilla con la bicicleta y evidentemente su jeans está roto a la altura de las rodillas—

  —Disculpa? tú has sido el que ha chocado conmigo, podrías haber causado un accidente si no me hubiese detenido a tiempo, no me digas imbécil, idiota—si antes estaba molesto ahora parecía que podría golpearme—

  —Vengo gritándote que tengas cuidado y te hagas a un lado! ¡sácate esos aparatitos de los oídos o mataras a alguien niñita! —tomo su bicicleta y avanzo hasta la siguiente vereda maldiciendo—

  Fruncí el ceño y seguí tras de él, no porque lo siguiera si no porque solo me quedaba una cuadra para llegar a casa, vi al chico doblar unos metros después. Mire la gran entrada de casa, la verdad no me gustaba, me sentía sola ahí dentro, era demasiado grande para las pocas personas que vivíamos ahí. Caminé hasta la entrada, pero me detuve antes de llegar a la puerta, las luces de la sala estaban encendidas, si también estaban encendidas las del estudio de papa, quería decir que había reunión con sus socios y yo estaba muerta.

  Papa odiaba ser interrumpido, y con mi llegada estaba claro que sería interrumpido, me acerque a la ventana con cuidado de no arañar con los arbustos los vidrios, doña histérica lo notaria, siempre lo nota, es increíble, el otro día quise pintar, hace mucho no lo hacía, pero mi genial idea fue de pintar fuera en el jardín, cuando quise entrar a casa otra vez, mis dedos quedaron marcados en la puerta, era pintura café, la madera era oscura, nadie lo notaria, pero a ella nada se le escapa, nada! papa me prohibió volver a pintar en el jardín, con la excusa que dañaba el césped, menuda madrastra tengo.

  Llegué hasta la última ventana y maldije al ver la luz encendida, solo quedaba una opción: entrar por la puerta trasera, así no paso por la sala y nadie lo nota, la puerta daba a la cocina, solo tenía que pasar sobre los arbustos para llegar al jardín, no era nada del otro mundo, lo había hecho antes para escaparme a ver a Jason.

  Estaba con una jardinera de mezclilla por lo que no sería tan complejo pasar sobre los arbustos, claro que este mes no estaba el jardinero asique estaban bastante altos. Coloque mi pie sobre la rama y comencé a impulsarme para pasar mi cuerpo al otro lado, pero creo que fue demasiado el impulso que termine en el suelo, pero en el jardín asique no importo el dolor de hombro que tenía en este momento.

  Me levante con cuidado y limpie lo mejor que pude mi ropa, pero la tierra ya había hecho de las suyas, había elegido justo el lado en el que aún no colocan césped.

  Me apresure a llegar a la puerta pero me quede quieta en cuanto vi sus verdosos ojos viéndome con el ceño fruncido y una copa de licor en la mano, demonios, esto no pintaba nada bueno.