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Señor millonario, no seré tuyo

Señor millonario, no seré tuyo

En proceso

Introducción
Giselle solía ser la bailarina principal de ballet. Desafortunadamente, quedó lisiada en un accidente. Desde entonces, ya no volvió a bailar. Su hermanastra Gloria, en su lugar, se convirtió en la nueva bailarina principal. Su pesadilla comenzó cuando Gloria y su madre viciosa volvieron loca a la madre de Giselle y la hicieron saltar del edificio. Le quitaron todo a Giselle y la trataron como sirvienta. Para vengar a su madre, Giselle lo hizo todo para atraer a Maverick, el prometido de Gloria. Maverick era un hombre rico, guapo y poderoso, y era la única forma que tenía Giselle de recuperar el legado de su madre. A partir de entonces, Giselle se convirtió en la bebé de azúcar de Maverick. Pero de lo que no estaba enterada ella era que Maverick estaba enamorado de ella desde hace años...
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Capítulo

"Uy... Sí. Sigue así--". Antes de que Giselle pudiera terminar de hablar, Maverick la volteó y la pe****ó.

Esta vez, su empuje fue tan salvaje que ella tuvo que apoyar las manos en la ventanilla del coche para que su cabeza no se golpeara contra ella.

El auto se comenzó a sacudir y su respiración se volvió corta. Sin parar, Maverick le abrió las piernas y fue más profundo.

Sus fuertes manos estaban agarrando la parte interna de sus muslos, haciendo que ella no pueda escapar de su violenta pen******ón.

"Oh sí... ¡bésame, bésame!", Giselle gimió mientras un dulce espasmo recorría por todo su cuerpo.

Maverick, en vez de besarla, la miró con una expresión tranquila, como si estuviera en algún tipo de reunión laboral en lugar de estar teniendo s**o.

"¿Fuiste a una cita a ciegas al mediodía?"

Giselle se mordió los labios y jadeando dijo: "Acaso el señorito que se la pasa siempre ocupado tiene tiempo para preocuparse por mí?"

Las cejas de Maverick se fruncieron ligeramente. Su mirada era serena, pero de golpe fue más profundo de lo que ella podía soportar.

Giselle estuvo a punto de llorar. Sus piernas se flexionaron contra su cintura subconscientemente, acercándolo mientras sus manos envolvieron su hombro.

Podía sentir que sus movimientos se volvían más rápidos.

"Oh Dios, oh Dios". Ella casi estaba allí, y Maverick también comenzó a gemir mientras sacudía su cintura.

"J*der, sí", gritó.

Giselle le mordió el hombro, descargando su ira y evitando el aterrador or***mo.

Desafortunadamente, morder el traje no lastimó al hombre.

El teléfono sonó, pero Maverick no se detuvo. Se inclinó para agarrarlo y contestó.

Una voz suave se escuchó a través del teléfono, "Rick, cariño ¿dónde estás ahora? Tus padres ya están aquí."

Maverick apretó la cintura de Giselle, empujando con movimientos profundos y lentos, "Estoy atascado en el tráfico".

Su voz era baja y magnética, particularmente seductora.

"Está bien, solo quería decirte que estamos todos aquí... tus padres y los míos. Ten cuidado en el camino."

"Entiendo." Respondió con voz suave. Giselle nunca lo había escuchado hablar así antes.

Ella lo miró y se mordió el labio, tragándose sus gemidos.

En el momento en que Maverick colgó el teléfono, ella envolvió sus brazos alrededor de su cuello, sacudiéndolo juguetonamente, "Riiiick, ¿no puedes quedarte? No quiero que te vayas".

Los ojos del hombre se volvieron fríos en un instante.

"Has pasado de la raya."

Aunque Giselle apenas estaba vestida la ordenó: "Bájate del auto ahora."

Ella se sentó con una sonrisa maliciosa y bromeó: "Pero aun no te has venido. ¿No se te hará incómodo encontrarte con mi hermana así?"

Sus delgados dedos se deslizaron por la cintura de Maverick, tentándolo. "Déjame ayudar..."

Antes de que pudiera terminar, Maverick agarró ferozmente su muñeca. Sus ojos se oscurecieron. "¡Giselle, no lo diré otra vez!"

Ella se puso el vestido y salió resuelta del auto.

Apenas cerró la puerta del coche, el Bentley Mulsanne pasó rugiendo junto a ella y se alejó.

Se levantó polvo y la arena casi la cegó.

Giselle observó cómo el auto se alejaba, agarrando su bolso con frustración: "¡Qué idi*ta!"

***

Media hora más tarde, ella llegó a su casa.

Al pasar por la puerta, una sirviente la detuvo de inmediato. "Señorita, el Sr. y la Sra. Hawk están recibiendo invitados en este momento. Por favor, vaya a la sala de recepción y espere un momento".

Ignorando a la sirviente, Giselle pasó de largo.

En la sala de estar, los padres de Maverick, George y Amira Hyland, estaban sentados frente a los padres de Gloria, Harrison y Davina Hawk.

Maverick estaba al lado de Gloria. El ambiente era alegre y animado.

Giselle entró en la habitación con un vestido largo negro con tirantes finos que se balanceaban con gracia con cada paso que daban sus tacones altos.

En sus hombros se podían ver algunos chupetones, pero a ella no parecía importarle.

Su largo cabello negro caía sobre sus hombros, ocultando las marcas bastante bien.

Al hacer su entrada, sus tacones altos resonaron con fuerza en el suelo.

Por lo fuerte de sus pisadas parecía como si quisiera imponer su presencia, pero terminó causando un ambiente incómodo debido a que cojeaba al caminar.

Las risas cesaron de inmediato, y los ojos de todos se volvieron hacia ella.

Giselle levantó la mirada y miró a Maverick con una sonrisa, "Oh, ¿tenemos invitados en casa?"

Él le devolvió una mirada indiferente, para luego enfocarse en Gloria.

Maverick era muy bueno para fingir en este tipo de situaciones.

Giselle rio levemente, jugando coquetamente con su cabello y subiendo las escaleras.

Gloria frunció los labios y preguntó con un tono casual: "¡Hola, Giselle! ¿Cómo estuvo tu cita a ciegas hoy?"

Giselle se detuvo en seco, riendo con picardía: "¡Por supuesto! ¡Vincent dijo que mientras esté dispuesta a casarme con él, él está listo para darme todos los regalos de compromiso que quiera!"

Mientras hablaba, echó una mirada a la expresión en el rostro de Maverick.

Para su desilusión, su rostro permaneció frío y sin emociones, sin ningún tipo de reacción.

Giselle de repente perdió interés y se dio la vuelta para irse.

"Vaya, parece que de verdad se gustan", dijo Gloria con una sonrisa amable. "¡Mamá, tal vez Giselle se case antes que yo!"

Después de eso, se sonrojó y miró con timidez a Maverick.

Él bajó la mirada y miró a Gloria, con una leve sonrisa.

A Giselle le desagradó esa sonrisa, así que apartó la vista.

Miró a su madrastra, Davina, y sonrió, "Pero Vincent también mencionó que tiene impotencia. Si me caso con él y quiero tener hijos, solo puedo hacerlo a través de la FIV".

Davina permaneció en silencio, pero su expresión cambió ligeramente.

Giselle sonrió y continuó: "Él puede meterse con otras chicas por allí, pero yo no. A pesar de que sería una máquina de hacer bebés para su familia, mi salud también es importante, ¿verdad, MAMÁ?"

Davina no podía aguantar más, pero no quería perder los estribos frente a los Hyland. Todo lo que pudo hacer fue forzar una sonrisa y decir: "Hija, vamos, no bromees más. De verdad me lo pensé mucho cuando elegí a los Canfield. Vincent es un buen hombre. No podrías encontrar una pareja más adecuada."

Los ojos de Giselle se volvieron fríos.

¿Un buen hombre? ¿Un buen partido? Basta con mirar su horrible figura obesa. 

¿Desde cuándo el nivel de un "buen hombre" se volvió tan bajo?

Giselle sonrió dulcemente y con un tono educado dijo: "Sé que mamá hizo esto por mi bien, pero no estoy interesada en el Sr. Canfield. Espero que me ayudes a rechazar esta propuesta de matrimonio".

Al decir eso, se dio la vuelta sin darle más importancia.

Maverick la miró, en sus ojos no se podía encontrar emoción alguna.

***

Giselle subió las escaleras, se duchó y se envolvió en una bata de baño.

Sacó su teléfono, tomó una selfie de su hombro y se la envió al hombre guardado en sus contactos como "ATM".

"Uy, Dios... ¿Hacía falta que dejaras tantas marcas en mi cuello...?"

En la foto se apreciaba una mujer realmente seductora, con ojos llorosos, labios rojos e hinchados y un cuello esbelto que estaba lleno de chupetones.

Maverick echó un vistazo a la foto y escribió algunas palabras rápido.

"Espérame".

"¿Rick?" Gloria lo miró con curiosidad. "¿Con quién estás chateando?"

Maverick guardó su teléfono y respondió con un tono plano: "Un amigo."

Gloria parecía dudosa, pero prefirió no hacer más preguntas.

Amira sonrió y dijo: "Ya está casi todo arreglado. El mes que viene es el cumpleaños de Gloria. Sería la ocasión perfecta para anunciar su compromiso."

"Sería estupendo."

Después de que se resolvió el asunto, Amira y George se fueron primero.

Gloria se iba al extranjero al día siguiente para una competencia, por lo que Maverick se quedó esa noche para acompañarla.

Los dos conversaban íntimamente en la sala de estar, estaban tan cerca el uno del otro que cualquiera que los viera los envidiaría.

Giselle seguía esperando en su habitación, pero no había ninguna señal de Maverick. Así que salió a echar un vistazo.

Se apoyó contra la barandilla del segundo piso y miró hacia abajo, localizando a Gloria y Maverick.

Aburrido.

Luego volvió a su habitación y se puso a ver la televisión.

A las siete de la tarde, de repente hubo una conmoción proveniente de la habitación de Gloria.

Las dos habitaciones estaban una al lado de la otra. Era inevitable escuchar los gemidos de Gloria.

Giselle hizo un puchero y tomó su teléfono.

No necesitaba ser un genio para saber qué estaba pasando en la habitación de al lado.

Parecía que se iba a quedar sola otra vez...

Unos minutos más tarde, le llegó un mensaje: "Abre la puerta".

Giselle saltó de la cama y corrió descalza. Abrió la puerta y tiró del hombre adentro.