Incluso antes de estar completamente despierta, sé que este va a ser un día infernal y ya he tenido suficientes de esos en mi vida. Si una cosa más sale mal, me largo de aquí y nunca volveré a pisar este territorio.

“¿Se formó el vínculo?” le pregunto a Charna, mi Licántropa. Si se formó, mejorará mi día, o al menos eso espero.

“Sí, se formó.” Responde ella, pero su tono de voz me indica que algo anda mal.

Hace una semana cumplí dieciocho años y encontré una conexión con el futuro Alfa, Nico, uno de los que está en mi lista por hacerme daño una y otra vez.

No, nunca me golpeó, ni él ni nadie más.

Bueno, tal vez necesite explicar algo para que entiendas a qué me refiero.

En mi sexto cumpleaños, había estado en el lago con mi padre, quien es el Beta de nuestra Manada, y las familias del Alfa y del Gamma. Me había aburrido de los juegos que estaban jugando y me había alejado hacia el bosque, la mayor parte de nuestro territorio es bosque.

Sabía que debía prestar atención a las señales que indican nuestros límites y había estado recogiendo flores silvestres mientras caminaba. Un suave gemido llamó mi atención y, siendo la pequeña Beta curiosa que era, fui a buscar la fuente.

Si hubiera sabido que algún día llegaría a odiar mi sexto cumpleaños, tal vez habría caminado en la dirección opuesta.

Encontré a una niña en el bosque, más tarde resultó ser solo un poco mayor que yo y la llevé con nuestro Alfa.

Su nombre era Lucy, pero no había podido decirnos cómo había llegado allí ni de dónde venía. Sabía que su cumpleaños había sido hace unos días o sería en unos días y esa fue la primera vez que obtuvo algo que era mío.

“Tienes tantas muñecas, ¿por qué no le das una a Lucy?” me preguntó mi padre y mientras pensaba en qué muñeca regalarle, asentí con la cabeza.

Mi padre agarró mi muñeca favorita del mantel de picnic y cuando me opuse, él ya se la había dado a Lucy.

Intenté explicar a mi padre que no quería separarme de esa muñeca en particular, pero él solo dijo que estaba siendo egoísta y puso a Lucy a su lado en el mantel.

Lucy había vivido en el primer piso con los Omegas durante aproximadamente una semana, cuando mi Padre la trasladó a nuestro piso. Dijo que a Lucy no le gustaba vivir con los Omegas y le había pedido a mi Padre si podía venir a vivir con nosotros.

Dudo que en aquellos días haya usado la palabra “nosotros”, pero no estaba ahí cuando lo pidió, así que no puedo estar segura.

Cada cumpleaños que tenía quedaba opacado por Lucy; mi Padre siempre me decía que ella no tenía padres que le organizaran una fiesta y que yo podría compartir mi fiesta con ella.

Esto sucedía una y otra vez, no solo por mi Padre sino también debido a la familia del Alfa y el Gamma. Nico era el peor y siempre me recordaba que Lucy era mucho más bonita que yo, al menos a sus ojos.

Así que, probablemente entiendas por qué Nico está en mi lista negra.

Me entreno todos los días, lo tengo que hacer porque soy la futura Beta. Bueno, era la futura Beta y ahora voy a ser la futura Luna.

Nico estaba tan sorprendido como yo, pero quería formar un vínculo conmigo. Después de todo, la Diosa había creado la conexión y debíamos respetar su decisión.

Lucy no estaba muy feliz con ello, había estado tratando de captar la atención de Nico durante casi un año y había fallado miserablemente. Incluso hizo todo lo posible para asegurarse de que yo supiera que nunca me aceptaría como Luna, y solo me reí en su cara.

Ser la Compañera de Nico me convertirá en la Luna y no hay nada que Lucy pueda hacer al respecto, aunque intente.

He pasado por mi rutina matutina y estoy enjuagando los platos que usé para el desayuno. Casi nunca desayuno en el comedor principal, porque generalmente estoy entrenando durante ese tiempo.

Veo que la puerta del dormitorio principal está completamente abierta y eso significa que mi Padre ya está abajo, probablemente en una reunión matutina con el resto de nuestro liderazgo.

“¿Por qué estás tan callada?” le pregunto a Charna, este debería ser un día de alegría para ambas.

Ella no me responde, pero en cuanto dejo el piso Beta comienza a dar vueltas en mi cabeza y me obliga a dirigirme al piso del Alfa. Entro al piso usando el código que me dieron cuando cumplí dieciséis y me encuentro con un completo silencio.

Parece que tenía razón acerca de la reunión matutina temprana y Nico la está aprovechando para dormir más, como hace cada vez que sus padres están ocupados o ausentes.

No había hecho planes con Nico, aunque sabíamos que hoy probablemente sería el día en que nuestro vínculo de Compañeros se completaría. Charna no entiende por qué no hicimos planes y, para serte sincera, yo tampoco.

Mis pasos vacilan mientras me detengo frente a la puerta del dormitorio de Nico, y me alegra que nuestro vínculo no se haya formado antes. Si lo hubiera hecho y nos hubiéramos aceptado como Pareja, estaría sintiendo un dolor insoportable en este momento.

Porque el imbécil está acostándose con otra mujer, los sonidos que vienen de su habitación no dejan lugar a dudas y no estoy segura de qué hacer ahora mismo.

"¿Es por esto que no quería contarle a nadie todavía?" me pregunta Charna y creo que las dos sabemos que esa es exactamente la razón.

"Ohh, Lucy. Eso se siente tan bien." escucho a Nico gemir, pero es el nombre que mencionó lo que me ha hecho enfurecerme, y apenas logro contenerme de irrumpir. Necesito encontrar la manera de desenmascarar a esos dos y, lentamente, me abro camino fuera del piso del Alpha, de regreso a mi habitación sin derramar ni una lágrima.

Voy a hacer que paguen por lo que hicieron y todos sabrán sobre nuestra conexión, pero eso termina hoy.

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