"¡Romped! ¡Hijo de puta!"
Amber Sutton cerró la puerta de golpe, impidiéndole ver la cara repugnante de Sean Brooks.
Nunca podría haber imaginado que su novio le traería noticias tan importantes sobre el regreso de su primer amor cuando ella llegara a casa.
Cindy Joyce era la exnovia y el primer amor de su novio Sean Brooks. Amber sabía que Sean había mantenido a su amada Cindy en lo más profundo de su corazón.
Amber había estado enamorada de Sean durante ocho años, pero esos ocho años, para Sean, no significaron nada.
Volvamos a diez minutos antes...
"Ámbar Sutton." Sean frunció el ceño sin paciencia.
"¿Cuántas veces te lo he dicho? Cindy y yo terminamos. Ahora ella es solo mi amiga".
"Ella sigue siendo tu mejor amiga, ¿verdad? ¿No confías en tu mejor amiga?"
Amber hizo una pausa momentánea y luego sintió una oleada de ira. ¿Cómo pudo actuar así?
"¿Cómo puedo confiar en ustedes dos?"
Ella había aguantado y agachado la cabeza durante ocho años. En ese momento, toda su ira estalló.
Miró a Sean. "¿Se acabó? ¡Nunca! ¡Mentiroso!"
"¿Bestie? Si ella realmente me tratara como a una mejor amiga, no te pediría que la recogieras. Ella sabe que estamos en una relación, pero aun así lo hizo. ¡Una mejor amiga nunca haría eso!"
"¡Sean, deja de hacer trucos! ¿No estás saliendo conmigo porque Cindy se fue al extranjero?"
"¡Ahora que ella ha regresado, debes estar pensando en cómo romper conmigo!"
"¡Ni lo pienses! ¡Idiota! ¡Escucha, soy yo quien te dejo ahora!"
"¡Romped! ¡Hijo de puta!"
Después de eso, cerró la puerta de golpe.
Al ver la desaparición de Amber, Sean tuvo una extraña sensación de crisis que le hizo fruncir el ceño.
¡Ridículo! ¿Qué sensación de crisis podría darle Amber?
Se obligó a olvidarlo y presionó con fuerza el botón del ascensor.
...
"¡B*stardo, que te jodan!"
Amber enojada empacó sus cosas.
Volvió a mirar este pequeño apartamento, se despidió de sus ocho años y se fue sin dudarlo.
¡Que broma! ¡Ahora iba a dejarle buscar su maldito "único amor verdadero"!
¡Ya no le haría compañía a este cabrón!
Había estado ocupada con su trabajo todo el día y todavía quería cocinar primero para Sean. Ahora estaba tan enojada que se le revolvió el estómago.
Aparcó su coche en el aparcamiento de su apartamento, casi desmayándose.
Ella buscó a tientas presionar el botón del piso 16.
Recordó que su casa estaba al final del piso 16. Se apoyó contra la pared y no pudo encontrar la llave. Ella sólo podía tocar la puerta. Luego, se deslizó por la puerta y se desmayó.