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Demasiado tarde para volver

Demasiado tarde para volver

En proceso

Introducción
Una noche apasionada con un hombre misterioso le hizo perder el matrimonio. Se quedó encinta de gemelos y pensó que su miseria no había hecho más que empezar. Abandonó su país y regresó cuatro años después con dos adorables gemelos. Su vida dio un giro definitivo cuando sus hijos se toparon con Carlos, el ídolo del mundo de los negocios y el hombre más rico del país. Julio quiere recuperarla, pero ¿cómo piensa convertir a Cecilia en su amor perdido?
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Capítulo

La luz del sol iluminó el cansado rostro de Cecilia, al tiempo que la chica abría los ojos con debilidad. Estaba agotada. Miró lentamente a su alrededor y descubrió una habitación desconocida; entonces, entrecerró los ojos. No sabía en dónde estaba. A continuación, se incorporó para sentarse. En ese momento sintió un punzante dolor en la cintura.

¿Qué ocurrió? ¿Qué hacía allí? Recordaba vagamente que Daniela la había ayudado a entrar en una habitación la noche pasada, y que iba borracha... ¿O más bien drogada? Su memoria no daba para más… De pronto, un vago recuerdo se filtró en su mente: alguien se había aprovechado de ella... ¡La habían violado!

Inmediatamente levantó la manta para revisar su cuerpo. Tenía un chupetón, un par de moretones y había una enorme mancha de sangre en la sábana. Era la evidencia de lo que más temía. Luego, el dolor entre las piernas acabó de disipar sus dudas y se dio cuenta de que había tenido su primera vez, sin siquiera darse cuenta.

¿Qué le diría a su marido? ¿Cómo podría explicarle a Julio que había perdido su virginidad con otro hombre? Se levantó rápidamente de la cama y recogió su vestido del suelo para correr al baño.

En ese momento se abrió la puerta de la habitación para darles paso a su marido, a Lydia su suegra y a su hermana Daniela. "¡Perfecto! Es verdad que se hicieron cargo de ella. La persona que contrataste hizo bien su trabajo. Toma las fotos de la sábana manchada de sangre y vámonos", ordenó con frialdad Lydia.

"Ahora cuento con motivos suficientes para divorciarme de ella, y casarme con el amor de mi vida", comentó Julio, abrazando a Daniela.

"Tranquilo mi amor. Pronto será nuestra boda y al fin seré tuya. Mi hermana ya ha quedado fuera de nuestro camino", dijo Daniela con emoción. Adentro del baño, Cecilia escuchaba la conversación, sin poder creer lo que estaba oyendo.

¿Fueron su propio marido y su hermana quienes se confabularon en su contra? Se puso el vestido y esperó a que el sonido de los pasos desapareciera para salir del baño. Una vez que estuvo segura de que se habían ido, ella se apresuró e hizo lo mismo. Cuando apenas había salido, Pablo Indio ingresó en el cuarto.

Comprobó que no hubiera nadie y se puso en acción. "Muy bien, jefe, ella ya no está. Pero aquí están las pruebas de su inocencia", dijo mientras le tomaba fotos a la mancha de sangre que teñía la ropa de cama.

Cecilia siempre había sido una mujer fuerte. Era la hija mayor de la familia Herrera, de tan solo 21 años, y se había casado con Julio mediante un matrimonio concertado. Sin embargo, ahora la chica había quedado huérfana, ya que su mamá había fallecido hacía algún tiempo y su padre apenas el año pasado.

De tal manera, ella quedó a merced de su madrastra, quien dirigía el negocio de su familia. Se había casado cuatro meses antes y aunque ella y su marido no se amaban, acordaron esperar a sentir algo el uno por el otro, antes de tener intimidad.

A pesar de que no habían consumado el matrimonio, ella seguía siendo su esposa. Nunca imaginó que su hermana fuera a engañarla para quedarse con su marido. Cecilia tomó un taxi para ir a casa adonde llegó después de un corto trayecto.