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Lárgate por favor, mi marido despiadado

Lárgate por favor, mi marido despiadado

Terminado

Introducción
Lin Wanbai ya perdió su vista, aun así, su cruel marido, Fu Liangchuan, la amenazaba con donar un riñón a su mujer oculta, e incluso quería el divorcio. Lo que más la desesperaba a Wanbai era que su amado hijo no era su niño verdadero. Sólo había una razón para que Fu Liangchuan hiciera todo esto, ¡porque la familia Lin mató a su padre y a su hermano, y ella era uno de los Lin! Así que Liangchuan odiaba tanto a su esposa. Wanbai, con el corazón roto, llevó a su esposo al crucero, lo apuñaló con una daga y luego saltó al mar para suicidarse. Pero cuando abrió los ojos, volvió a cuatro años atrás. Dios le dio la oportunidad de renacer. Al recordar su pasado doloroso, decidió no repetir los mismos errores. Sin embargo, su esposo despiadado parecía ser diferente de lo que ella esperaba, porque se enamoró de ella...
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Capítulo

El clima de este año en ciudad Jin era extremadamente frío.

"¡Splash!"

El sonido había sido demasiado evidente durante el invierno silencioso.

"¡Dios mío! ¡La señorita Fu y la señorita Zhao cayeron al agua!", alguien gritó de repente. 

Lin Wanbai, era la hija única de la familia Lin, y también era a quien llamaron señorita Fu.

Por otra parte, Fu Liangchuan, el esposo de Wanbai, siempre creyó que la familia Lin fue la causante de la muerte de su padre y hermano mayor, además, estaba seguro de que gracias a ellos también estuvo a punto de perder la vida.

El agua entraba por la garganta de Wanbai mientras luchaba con todas sus fuerzas para salvarse, pero al ser ciega y estar dentro del agua fría de invierno, su miedo se intensificó.

En cuestión de segundos sus manos y pies se congelaron, y sus movimientos fueron más lentos.

En eso, se escuchó que alguien más saltó.

Y las personas que estaban en la orilla soltaron jadeos de asombro.

"¿El señor Fu saltó al agua?"

"¡Dios mío, está ayudando a la señorita Zhao!"

Cuando Wanbai escuchó lo que decían, sintió una punzada de dolor en su corazón.

Poco después, perdió el conocimiento. 

Pero, ¿por qué cayó al agua? 

...

Veinte minutos antes.

La atmósfera dentro de la mansión Fu era tensa. 

El cabello negro de Wanbai caía de manera natural sobre sus hombros, mientras que sus ojos estaban cubiertos con sedas para evitar la luz; como una persona que casi perdía la vista por completo, tenía miedo a la luz. 

En ese momento, la chica dijo con seguridad: "Zhao Siman, no puedes evitar que vea a mi hijo."

La persona frente a ella era una delicada mujer de la nobleza y llevaba un brazalete de jade rosa en la muñeca, el cual había sido un regalo de Liangchuan, quien había adquirido la joya en una subasta por el costo de 10 millones de yuanes.

En respuesta, Siman sonrió y dijo: "Liangchuan no estará contento."

Tras escuchar que Siman mencionaba el nombre de su esposo con tanta familiaridad, Wanbai cerró los puños a sus costados y dijo: "¿Quieres que lo haga a la fuerza?" 

Siman bajó la cabeza y susurró en el oído de Wanbai: "¿Por qué querría eso? Lo hago por tu propio bien. Recuerda que Liangchuan te odia porque por tu culpa, su padre y hermano fallecieron. Ni siquiera deberías molestarte en pedirme que te lleve al niño."

Aunque Wanbai era incapaz de ver el rostro de Siman, podía percibir la maldad en sus palabras. 

La chica se mordió el labio inferior y exclamó: "¡La muerte de ellos no tiene nada que ver con mi familia!"

Siman se acomodó el cabello y se llevó un mechón detrás de la oreja mientras observaba a Wanbai. "Tu padre fue la única persona que estuvo cerca de su auto el día del accidente así que, no importa cuántas veces lo expliques, nadie podría creerte", dijo Siman.

De repente, Wanbai se quedó inmóvil, pues sabía que Siman tenía razón. 

Ya que no importaba que ella asegurara que su padre sería incapaz de matar a alguien, pues Liangchuan jamás le creería. 

Entonces, Wanbai estiró la mano para alejar a Siman. "No me importa lo que tú creas, después de todo, no tiene nada que ver contigo. ¡Déjame ir! 

Por un lado, Wanbai no podía ver y eso le daba una ventaja a Siman para poder esquivar sus movimientos, no obstante, no lo hizo.

Cuando se dio cuenta de que Liangchuan venía hacia ellas, sonrió con satisfacción y sujetó la mano de Wanbai tirando de ella hacia un lado.

El movimiento de Siman había sido tan discreto que lo que todos vieron fue que Wanbai se acercó para empujarla.

Bajo la expresión de asombro de Wanbai...

Las dos mujeres cayeron al agua.