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Romance con el tío de mi marido

Romance con el tío de mi marido

Terminado

Introducción
El marido de Gracie Clarke siempre estuvo con la amante durante los dos años de que estuvieran casados, para vengarse, ella fue al bar a buscar aventuras amorosas. El destino le jugó y la llevó a los brazos del tío de su marido. Ella quería terminar la relación, sin embargo, Frederick, la abrazó y le dijo a los oídos: “Terminaremos cuando me aburra de ti”
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Capítulo

Era una noche de verano.

Gracie Clarke estaba de pie en el balcón mientras miraba el GTR color azul real que acababa de entrar en el patio.

Aunque las luces dentro del auto no estuvieran encendidas, había visto claramente un par de brazos suaves y bien torneados envolviendo el cuello del hombre. Se estaban besando apasionadamente, como si no les importara que hubiera un mirón por ahí.

No, Gracie no debería ser una observadora, sino más bien una espectadora.

El hombre metió la mano furtivamente bajo el escotado vestido blanco de la mujer, acariciándola con movimientos hábiles y sugerentes.

Obviamente, esta no era la primera vez que lo hacía.

La mujer levantó la barbilla, revelando su hermoso cuello. Sus ojos se volvieron intencionalmente en la dirección de Gracie, y sus brillantes labios rojos se curvaron provocativamente.

"Ah..."

Ella gimió a propósito, lo que hizo que el hombre se volviera más apasionado.

Gracie los miró con frialdad.

Cuando vio el espectáculo por primera vez, se sintió desgarrada, afligida y desesperada. Pero después de una segunda vez, y una tercera... su corazón ya se había entumecido. La escena se había vuelto demasiado común, cada vez que volvían del hotel a esta casa, e incluso en el dormitorio principal que Gracie había decorado.

Gracie suplicó humildemente, deseando que él permaneciera a su lado, pero todo fue en vano.

No obstante, esta noche todo estaba llegando a su fin.

Gracie los miró hasta que terminaron.

Cuando el hombre finalmente salió del auto con expresión satisfecha, ella dio media vuelta y se alejó del balcón.

El trío se encontró cara a cara en la sala de estar.

El hombre inmediatamente frunció el ceño al ver a Gracie y en su rostro apareció una expresión de impaciencia.

"¿Qué pasa?"

"Freddie Matthews, ¡vamos a divorciarnos!"

"¿Divorcio?", preguntó Freddie en tono socarrón, como si hubiera escuchado una broma.

El hombre inclinó la cabeza y besó los labios de la mujer en sus brazos con una expresión llena de ternura, pasando la lengua por la comisura de su boca con gesto frívolo. Solo entonces, se volvió hacia Gracie y dijo recalcando cada palabra: "¡Deja de soñar!".

"¿Por qué?"

Gracie no pudo mantenerse tranquila por más tiempo. Creyó que Freddie estaba tratando de obligarla a divorciarse, acostándose con su medio hermana una y otra vez.

Tal vez Gracie fuera una tonta por no estar dispuesta a renunciar a la relación que tenía desde la infancia con Freddie, pensando que Gianna Clarke lo había embrujado.

Pero ahora, después de haberlo pensado detenidamente y solicitar el divorcio, escuchó una respuesta que nunca habría esperado.

"¿Por qué? ¿Me estás preguntando por qué?"

Freddie miró a Gracie con ojos de odio y una expresión horrible, "Gracie, ya que eres lo suficientemente atrevida como para traicionarme, debes aceptar mi venganza. ¡No me divorciaré de ti y tampoco te tocaré! No solo eso, quiero que nos veas a mí y a Gianna juntos, y lo dulce que es nuestro amor".

"Freddie, ¿qué hice mal?"

Se conocían desde que eran niños y habían crecido juntos, enamorándose de adultos. Los dos anhelaron casarse.

Sin embargo, la felicidad con la que soñaba Gracie pronto se transformó en el comienzo de una pesadilla.

Ella no tenía idea de qué había hecho mal.

"No finjas inocencia frente a mí. ¡Me disgusta!" Freddie se burló con frialdad, abrazó la cintura de Gianna y se dispusieron a salir, "Cariño, solo tú y yo en casa esta noche".

"Está bien, voy a cocinar una comida deliciosa para ti".

La dulce voz de Gianna hizo sentir enferma a Gracie. Después de un largo rato, una sonrisa amarga se dibujó en su pálido rostro. 

'¿Ni siquiera puedo divorciarme?' pensó Gracie.

En este caso, ¿por qué debería seguir siendo una tonta?

La expresión de Gracie se tornó de hielo, mientras subía las escaleras.

Cuando bajó, se había cambiado de ropa. Ya no llevaba la habitual ropa casual conservadora. En cambio, lucía una sexy falda corta a la cadera.

El color rojo fuego era como una llama ardiente.

Ya no quería buscar su propia perdición. Esta noche, orgullosamente eligió florecer.

Después de media hora.

Gracie ignoró los impresionantes espectáculos a su alrededor, entró en un bar y se sentó.

"Deme un vaso de 'Noche de Insomnio'".