PopNovel

Leer en PopNovel

Compañero de lotería

Compañero de lotería

En proceso

Introducción
Katia fue una vez la hija del alfa, pero un fatal accidente le quitó todo lo que amaba. Ahora es la mascota de su tío y la omega de la manada, lo que significa que la acosan constantemente. Está rota por dentro, pero no quiere dejar la manada de su padre por temor a lo que su tío pueda hacerles en represalia. Su único consuelo es que cuando conozca a su compañero, él podrá sacarla de este infierno... Alfa Tyree tuvo una compañera una vez. Una hermosa loba omega, pero ella lo rechazó. Apenas sobrevivió al vínculo roto, se volvió despiadado, y se lanzó a construir su manada para que fuera la manada más grande y fuerte de la nación. Ahora tiene novia, con la que está contento y no quiere pareja: ¡NUNCA! Pero en el segundo en que sus ojos se encontraron, Tyree y Katia se dieron cuenta de que estaban destinados el uno para el otro. No emocionado por tener otra compañera omega, Tyree está aún más disgustado cuando se dio cuenta de que su compañera de segunda oportunidad no solo es considerado 'la esclava de la manada', sino que también tiene la mitad de su edad. ¿Quiere a alguien así como su compañera y Luna? ¿Puede ella confiarle sus secretos? ¿Pueden estas dos personas rotas encontrar el amor?
Abrir▼
Capítulo

Punto de vista de Katia Gier

"¡Déjala en paz!"

Empujé al chico que tenía frente a mí, con la esperanza de que retrocediera. Pero, seguramente, en el momento en que mis manos chocaron con su fuerte pecho sufrí una torcedura.

"¡Maldita fuerza de hombre lobo!", murmuré, molesta, cuando aquel tipo me agarró por el cuello y me atrajo hacia él. En ese instante pude sentir su aliento fétido en mi piel.

"¡Apártate de mi camino, p*rra asquerosa!", me espetó en la cara. Por el rabillo del ojo distinguí una chica que se encontraba de pie junto a él, la cual tenía una sonrisa de satisfacción estampada en el rostro, mientras que la z*rra que estaba en el suelo no dejaba de llorar a mares.

Supongo que…

Has de estar preguntándote qué d*monios estaba sucediendo. ¿Por qué estaba yo ayudando a aquella p*rra traidora que estaba en el suelo? ¿Por qué aquel idiota que se hallaba frente a mí estaba descargando toda su ira sobre mí? ¿Y quién era aquella hermosa mujer con cola puntiaguda, cuernos y tridente de pie junto a él? Bien, te lo explicaré todo…

La p*rra traicionera, Ruby, ¡también conocida como "Ruby la adicta al s*xo!", era mi única amiga, hasta que empezó a salir con Julius, el idiota todopoderoso que estaba intentando estrangularme. Ahora bien, todos aquí somos hombres lobo, así que sabemos que Julius es el hijo del macho Alfa y como tal está destinado a convertirse en nuestro futuro macho Alfa. Es muy fuerte y guapo, lo sé, pero, verás, a "Ruby la adicta al sexo" no le disgustaba en absoluto ser la z*rra de la manada, hasta que tuvo la impresión de que Julius tenía intenciones serias con ella. ¡Como si hubiera alguna posibilidad de que eso sucediera alguna vez! ¡Todo el mundo sabe que un Alfa jamás, definitivamente JAMÁS, se fijaría en una hembra distinta a su pareja! Traté de advertirle a ella al respecto en un gesto de amistad, pero lo único que conseguí fue que se enojara conmigo y me apuñalara por la espalda, sacando mis trapitos al sol para que todos los mirasen con ojos asombrados.

¿Aquello me hizo sentir devastada? ¡Desde luego que no! Si bien Ruby era mi amiga, no era mi “mejor amiga”, solo alguien con quien departía casualmente cuando me sentía aburrida; recurría a ella por motivos egoístas. Seamos sinceros, ¿a quién di*blos le interesa forjar amistades verdaderas en estos días? Actualmente las únicas personas que te interesan son tus seguidores, ¿no es así? – Bueno, no es que yo lo supiera… ¡Ni siquiera tengo electrodomésticos! Pero, volviendo al asunto en cuestión: ¡una cáscara de plátano habría despertado más interés que mis intimidades! ¡Al fin y al cabo soy una Omega! Me resulta difícil controlar mi ira, tengo baja autoestima, dificultades para comprometerme... ¡D*monios, hasta podría decirse que mis problemas tienen problemas! ¿Cómo podría confiarle a alguien mis "profundos y oscuros secretos"?

La única razón por la que traté de advertirle a Ruby que sería mejor que se mantuviese apartada de Julius fue porque los conocía a él y a su hermana, Flora... ¡Oh, maldita sea! ¡Incluso tenía un nombre melodioso! Rostro y cabello hermosos, el peso ideal, grande en donde debía serlo... Solo de pensarlo sentía ganas de aproximarme a ella, arrancarle sus bellos y pequeños ojos e introducirlos por su apretado trasero, arrancarle los órganos internos y dárselos de comer a sus padres, y luego dejar que un pícaro f*llara su cuerpo mutilado. Además... ¡Oh! ¡Al parecer me he desviado del tema, lo siento!

Cualquier mujerzuela…

Yo sabía que estaban organizando todo ese teatro de ser novios porque, por alguna razón, el único propósito de la vida de Flora parecía ser hacerme la vida imposible.

Esa es mi impresión. Sin embargo…

Hace relativamente poco tiempo

6 años para ser exactos

, mi padre ostentaba la dignidad de macho Alfa de esta manada, la manada Highlands. Mi madre era la Luna más divertida, bonita y adorable que jamás haya existido, y mi hermano mayor, aunque solo tenía 15 años en ese momento, estaba destinado a ser el Alfa al que todos los miembros de la manada respetarían como tal. Entonces, ¿qué le había sucedido a aquella pequeña y maravillosa familia?

Mis padres habían resultado gravemente heridos en un accidente automovilístico y, por azares del destino, habían sido atacados y asesinados por pícaros. ¿Y qué tiene que ver esto con mi condición de Omega? Bueno, mi tío paterno, el macho Alfa actual

supongo que ya comprenden la situación

, usurpó el mando de la manada, con el pretexto de que nos protegería de las manadas rivales mientras mi hermano fuera menor de edad. ¿Y qué fue lo que hizo después? ¡Mató a mi hermano y afirmó que se había tratado de un accidente! Aquello parecía el guión de una película que retratara una dictadura.

Bueno, en todo caso, por extraño que parezca, no me sometí a él, así que me vi obligada a llevar la vida típica de una Omega, con todos mis genes Alfa suprimidos por el hecho de que mi tío fuera el macho Alfa.

Supongo que te estarás preguntando qué di*blos tiene que ver todo esto con la sonrisa que Flora esbozaba junto a su hermano. Bueno… como señalé anteriormente, ¡todos tenían a mis padres en alta estima! ¡Toda la manada los ADORABA! Además, debe destacarse el hecho

sin ánimo de presumir, por supuesto

de que sus dos hijos también se habían granjeado el favor de todos los miembros de la manada. Entonces, cuando el desgraciado de mi tío asumió el liderazgo de la manada, nos obligó a todos a aceptarlo como nuestro Alfa y ¡ha estado usando la fuerza desde entonces para mantenerse en el poder! Casi todas las semanas promulga nuevas normas y directrices, ¡la mayoría de las cuales contravienen el resto! Todos los miembros de la manada actúan con mucha precaución, como si caminasen sobre una barra de equilibrio, para no despertar su ira. Huelga decir que toda la manada lo odia a él, a su melodramática Luna y a sus hijos.

¡Ejem!

Con voz aguda

: ¡Oh, pero eso no es justo! Flora y Julius no habían hecho nada indebido. ¡Solo sus padres son unos grandes imbéciles!

Sí, pero verás... Les complacía ser el mayor depredador. Eran malvados, estúpidos, abusaban de su poder y mordían cada amable y amigable mano tendida. Esto es de esperarse en la escuela secundaria, pero no en el seno de una manada. Y en cierta ocasión, alguien, cuya identidad ignoro

por cierto, ¡el día en que me entere de quién fue será un lobo muerto!

, le preguntó a Flora: “¿Por qué ella no se asemeja más a mí?”

De esta manera comenzó la pesadilla para esta Omega. Ahora volvamos a la escena del comienzo: Ruby vertiendo lágrimas y yo siendo estrangulada por un tipo al que podría haberme enfrentado con éxito, ¡si tan solo hubiera tenido acceso a mi sangre Alfa!

"Felizmente, mal aliento", dije apretando los dientes e hice lo único que podía hacer: ¡con la fuerza suficiente, le hundí los dedos en los ojos! De repente, Flora saltó horrorizada, chillando, al parecer sorprendida por el hecho de que yo luchara contra mi atacante. ¡C*ramba! ¿Cuándo aprenderán?

"¡Eres una p*rra!", gruñó Julius al tiempo que se cubría la cara con las manos. Pero yo aún le tenía reservadas otras sorpresas. Tan pronto como estuve libre para actuar sin que pudiese aferrarme, agarré su cabello con ambas manos y golpeé su rostro con mi rodilla, tras lo cual escuché cómo se rompían los huesos de su nariz y pude percibir el olor de la sangre que manaba de esta, goteando sobre mis pantalones y zapatos.

Lo aparté bruscamente, con una sonrisa enloquecida, mientras observaba complacida que su camisa blanca se volvía roja y la horrible expresión de horror que se pintaba en el rostro de Flora mientras Julius se tambaleaba. Puede que ya no corriera por mis venas mi sangre de Alfa, pero todavía me preciaba de ser digna hija de mi padre y no me quedaría de brazos cruzados mientras ellos se valían de su poder para lastimar y humillar a los demás.

Pero no podía permanecer allí y regodearme en mi obra maestra. Todavía estábamos en la escuela y, puesto que Julius y Flora,

¡por supuesto!

eran los chicos más geniales de la ciudad, mientras que yo no era más que un fenómeno de la naturaleza, toda la escuela se había congregado a nuestro alrededor para observar con curiosidad lo que estaba sucediendo.

No vacilé. Retrocedí, tambaleante, agarré mi mochila, mi p*rra traicionera, y puse pies en polvorosa. ¡No tenía la menor intención de desperdiciar ni una sola de mis nueve vidas! Bueno, si es verdad que los lobos tenemos nueve vidas.