Narra Guillermo:

　　Era el primer día en la universidad, todos mis amigos y yo habíamos logrado entrar, después de tantos días sin dormir y torturas de examenes, lo logramos, esta era nuestra meta, entrar a la misma universidad, ahora la meta era sobrevivir en ella.

　　Fuimos a dirección para tomar nuestros horarios, cuales serían nuestras habitaciones y las reglas de la universidad. Tomé mi horario y me asignaron la habitación 777, sentía que moriría, ya que ese número es el número favorito de mi novio, si tengo un novio ya que soy homosexual, aunque ninguno de mis amigos lo sabe, de hecho tenemos que empezar a fingir que nos odiamos frente a ellos, ya que todos nuestros amigos se llevan bien pero nosotros somos como el perro y el gato, aunque sólo frente a ellos, porque la última vez que nos vieron nos dimos una paliza, pero todo cambio después de ese día, de lo cual ya habían pasado seis meses y los más hermosos de mi vida en mi opinión, y empezamos a fingir que seguíamos con ese gran odio ya que no queríamos hacer notar el gran amor que ahora nos teníamos.

　　Espere fuera de dirección ya que mis amigos no salían aún, la primera en salir fue Lana, la única chica de nuestra bola y novia de Alex, se diría que mi mejor amigo.

　　Yo: hey Lana, ¿cómo te fue? — pregunté mientras la abrazaba, ella tenía una gran sonrisa.

　　Lana: pues bien, al parecer todos estaremos en la misma clase así que será mejor, ¿no crees? — me pregunto mientras esperábamos a los demás.

　　Yo: si será genial supongo — dije algo indiferente.

　　Lana: lo único malo es que mi habitación es la 273 que es uno de los edificios de las chicas — dijo asiendo un puchero lo cual la hacía ver linda.

　　Yo: pues Lana eres una chica — empecé a reír y ella me golpeó en el hombro — ¡auch!

　　Lana: ya sé que soy una chica, tonto, pero...estaré lejos de ustedes y no quiero, que tal si me toca una loca de compañera — dijo preocupada.

　　Yo: sabes que nosotros estaremos para protegerte — ella sonrió y le devolví el gesto — además no creo que encuentre a alguien más loco que tus mejores amigos — dijo y ambos reímos, nos dimos otro abrazo y se escuchó como alguien aclaraba su voz y nos separamos, eran nuestros amigos, ya todos fuera de dirección mirándonos con una sonrisa.

　　Luzu: ¿de que nos perdimos? — dijo alzando una ceja

　　Lana: ah de nada chicos, ¿cómo les fue? — pregunto mientras empezábamos a caminar hacia los dormitorios.

　　Rubén: pues genial, de hecho como la habitación que compartiré con Miguel es muy grande, habrá otro compañero y resulta que ese es Alex — dijo feliz como un niño pequeño.

　　Alex: mátenme — dijo de broma y todos reímos.

　　Samuel: será un placer ser el que cumpla tu deseo — dijo y Alex empezó a correr seguido de Samuel, todos reíamos mientras veíamos como corrían.

　　Yo: ¿y ustedes Luzu y Frank? — dije mientras parábamos a esperar a los otros dos tontos.

　　Frank: pues resulta que nos tocó en la misma habitación — dijo con una gran sonrisa, yo sabía que a Frank le gustaba Luzu, nunca me lo ha dicho pero se nota en cómo lo mira y creo que Luzu corresponde, pero yo no digo nada porque yo no les eh dicho nada de mi relación con Samuel.

　　Lana: que bien por ustedes, y ¿qué habitación les asignaron? — pregunto con una gran sonrisa.

　　Luzu: creo que la...765 — dijo mientras veía las hojas donde estaba sus horarios.

　　Yo: y ¿a ustedes Miguel y Rubén? — pregunté y estos veían divertidos a Alex y Samuel.

　　Miguel: ah pues la 603 — dijo uniéndose a la platica y Rubén salió corriendo a donde se encontraban Samuel y Alex — ¿y a ti Guille? — pregunto provocando que todos fijarán su vista en mi.

　　Yo: bueno me toco la 777 — dije algo nervioso, Luzu abrió mucho los ojos de la sorpresa.

　　Luzu: lo que te voy a decir no te va a gustar pero...a Vegetta también le asignaron esa — dijo nervioso y todos lo miraron sorprendido, yo por dentro estaba muriendo de felicidad ya que estaría con mi novio, pero por fuera tenía fruncido el ceño mostrando disgusto.

　　Yo:¿estás bromeando cierto? — le dije algo molesto.

　　Luzu: quisiera, pero no — dijo serio, en ese momento llegaron los tres tontos, todos fijaban la vista en Samuel, este lo noto y sonrió.

　　Samuel: ¿qué pasó? ¿Hice algo malo? — dijo confundido y negamos con la cabeza — entonces ¿qué sucede? — dijo con su hermosa sonrisa.

　　Miguel: es que...pues resulta...al parecer — balbuceo y no se le entendía.

　　Samuel: ¿qué? — dijo confundido.

　　Frank: Guille y tu serán compañeros de cuarto — dijo sin más Samuel me vio con odio y desprecio, sabía que era actuación, pero daba miedo.

　　Samuel: oh...pues supongo que será un largo año — dijo mientras sonreía — no podemos hacer nada ¿o si? — pregunto como si no importará.

　　Rubén: Samuel tiene razón, ustedes van a tener que tratarse por todo un año, asi que les deseo suerte — todos empezamos a caminar de nuevo y llevamos a Lana al edificio de chicas.

　　Lana: hasta luego chicos, nos vemos en la cafetería, Bye mi amor — le dijo y le dio un beso a Alex.

　　Alex: si amor, hasta las cinco — dijo ya que a esa hora quedamos de vernos en la cafetería, era sábado y el lunes empezaban las clases, asi que teníamos tiempo acomodar nuestras cosas y conocer las instalaciones de la escuela. Al llegar al primer edificio de los chicos entramos y fuimos a la habitación de Miguel, Rubén y Alex, los cuatro edificios de chicos y chicas eran enormes y ya que cada cada edificio tenía doscientas habitaciones, para nuestra suerte nos tocó en el mismo edifico, después de dejar a los tres niños, que estaban en la habitación 603,eran de las primeras y de las más grandes, empezamos a subir las escaleras, ya que el ascensor estaba fuera de servicio, llegamos hasta la habitación de Frank y Luzu, estos nos miraron nerviosos.

　　Samuel: ¿qué sucede? — pregunto confundido al notar los nervios de nuestros amigos.

　　Frank: bueno amm… ¿quieren que los acompañemos a su habitación? — dijo algo preocupado.

　　Yo: que dices chaval, pues si sólo iremos a nuestra habitación, no a otro pais — dije sonriendo y el también sonrió quitando la preocupación.

　　Luzu: bueno nos veremos a las cinco, ¿cierto? — dijo sonriendo mientras Samuel y yo salíamos de su habitación.

　　Samuel: exacto, nos vemos a las cinco en la cafetería, hasta entonces — dijo y nos fuimos directo a las escaleras para subir a la habitación que compartiremos todo este año — asi que nos tocó la misma habitación — me abrazó de la cintura y junto nuestros labios, ya extrañaba sus besos, aunque nos besamos en la mañana antes de venir no resistía un segundo más, era adicto a ellos.

　　Yo: Samuel...samu..— le decia entre besos y me acorralo contra la pared, nos encontrábamos en el pasillo donde cualquiera podia observar — Samuel detente — dicho esto se separó y me vio confundido.

　　Samuel: ¿qué pasa pequeño? — pregunto y me dio otro pequeño beso y yo sonreí.

　　Yo: Samuel tenemos que ir a nuestra habitación, además aquí nos puede ver cualquiera — le dije algo preocupado mientras veía por el pasillo.

　　Samuel: esta bien, vamos a nuestra habitación, pero ahí no podrás pararme — susurro causándome un leve escalofrío, ahora que lo pensaba Samuel era muy paciente conmigo, ya que no hemos tenido nuestra primera vez, después de seis meses de novios y aún no hacemos nada, ¿por qué? ,simple, porque siempre le pongo de excusa que no estoy listo o que teníamos que ir alguna parte, soy muy inseguro y siento que si me ve desnudo le daré asco o lo decepcionare, tal vez sea tonto pero asi pienso yo.

　　Yo: mira, esta es la nuestra — dije mientras veía en la puerta un gran número dibujado — habitación 777 — saque mis llaves y entramos a esta, cuando la vi sólo pude soltar un largo suspiro de fastidio — no puede ser — dije negando con la cabeza.

　　Samuel: ¡¡es perfecta!! — gritó viendo la habitación, esta estaba conformada con dos camas una a la derecha y otra a la izquierda, tenía dos escritorios y un ropero, pero lo mejor de todo, para Samuel obviamente, era que las paredes estaban de color morado.

　　Yo: quiero la de la derecha — dije mientras ponía mi mochila y maleta en la cama de la derecha. Era la más pequeña de las dos.

　　Samuel: de todas formas vamos a dormir en la misma cama — dicho esto me tomo del brazo y me tumbó en la cama izquierda

la que sería de él

y se tumbó encima mío, empezó a besarme con desesperación y lujuria; se acomodó entre mis piernas mientras me besaba y empezó a tocarme la entre pierna, yo estaba sonrojado y lo sabía porque sentía mi cara arder, paso sus besos de mis labios a mi cuello, si no lo detenía llegaríamos a más, cosa que me daba miedo.

　　Yo: sa...Samuel — decía entre pequeños suspiros ya que él seguía tocándome sobre el pantalón.

　　Samuel: ¿qué pasa chiqui? — pregunto y rápidamente me quito mi camiseta, sin aviso empezó a jugar con uno de mis pezones con su boca.

　　Yo: Samuel deten...ahh — no pude evitar gemir, había movido su cadera provocando que sintiera su erección cerca de la mía — no...no podemos Samuel — susurre mientras leves jadeos salían de mi boca.

　　Samuel: claro que podemos — estaba a punto de quitarse la camisa cuando escuchamos que tocaban la puerta de la habitación....

　　Mierda y gracias...