Hoy mis hermanos y yo vamos de camino a nuestro nuevo internado, no puedo creer que sea verdad, hemos volado muchas horas para poder llegar, mis hermanos estaban tristes porque tuvimos que dejar a nuestros amigos en casa, yo en realidad no tenía muchos asique no me costó mucho, les voy a contar un secreto que no podría decir en voz alta me agrada la idea de venir a un nuevo país y empezar de cero ya que la antigua Alex era muy distinta a la que soy ahora.

　　— No puedo creer que mamá y papá nos estén obligando a ir a un internado? — dice Clemente con el ceño fruncido

　　— Deja ya de ser tan llorón — golpeó su hombro

　　— Claro es fácil para ti decir eso, estas en tu último año y no tenias muchos amigos que dejar atrás — dice Max sarcástico

　　— golpeó su cabeza — Cállate estúpido

　　— Eso fue cruel Max — hace una pausa — Pero verdad — mis hermanos se miran y levantan los hombro mientras yo los fulmino con la mirada

　　— Ya llegamos — nos dice Will nuestro chófer

　　Al instante mis hermanos y yo nos empezamos a empujar para ver quién saldría primero, parecíamos unos niños pequeños pelando pero al final logramos salir

　　— Tienen que ir a la oficina de la directora para que les dé sus llaves, horarios...., yo voy a bajar su maletas para luego llevarlas a sus habitaciones — nos dice sonriendo

　　— Gracias Will — dijimos los tres

　　Will es como nuestro abuelo tiene alrededor de sesenta años el cabello canoso y es muy alto, el a trabajado para la familia desde que usábamos pañales y nos a acompañado siempre, siendo sincera creo que si no fuera por el nosotros seríamos unos locos ya que el nos ha dado consejos y nos ha ayudado siempre

　　Luego de recorrer algunos pasillos porfin pudimos encontrar la oficina de la directora tocamos la puerta y una dulce voz nos dijo que pasáramos

　　— Hola, ustedes deben ser los Tórres? — nos preguntó con una sonrisa

　　— Si, yo soy Alexandra, el es Maximus y el es Clemente — le digo apuntando a cada uno

　　— Me sorprendí mucho cuando supe que unos nuevos alumnos llegarian desde el extranjero, perdón si soy muy entrometida, cual es la razón de su traslado a un lugar tan lejos?

　　— Nuestros padres viajan y trabajan mucho por lo que decidieron meternos aquí — dijo Max encogiendose de hombros

　　— Bueno les aseguro que van a tener una estadía estupenda, además nuestro querido internado tiene muy buenos programas artísticos y deportivo. Por lo que supe a ustedes les interesa eso verdad?

　　— Si mi hermano y yo jugamos Basketball — dice Clemente

　　— Y yo espero ser una gran artista algún día — dije

　　— la directora puso cara de asombro — Que bueno tener a alumnos tan prometedores — sonó el teléfono de su oficina — Si dígame ..., voy en un minuto porfavor puedes imprimir los horarios de los nuevos alumnos..., Si los Torres..., gracias — cuelga— Queridos fue un gusto conocerlos, mi asistente les va a traer sus horarios, llaves, mapa etcetera... , ahora me tengo que ir a una junta, nos vemos — dice para después irse

　　Después de un rato llegó el asistente de la directora, nos entregó nuestros horarios, llaves, mapas y otros papeles mas. Luego nos dirigimos donde Will para decirle donde tenia que dejar las cosas.

　　— Que dormitorio te toco Hermanita ?— me pregunta Clemente

　　— En el dormitorio 24 del edificio norte y a ustedes?

　　— A mi me toco en el 12 del edificio sur — dijo clemente

　　— Y a mi me toco en el 13 del mismo edificio

　　— Los odio quedaron como vecinos mientras yo estoy en otro edificio — dije con un puchero

　　— No sabes nada Hermanita — pone los ojos blancos— Te toco el mejor edificio, en el norte hay hombres y mujeres de ultimo año mientras que el nuestro es solo de hombres — me dijo Máx

　　— Enserio — dije asombrada he hice una pausa — Espera como sabes eso?

　　— Investigamos un poco antes de venir— Clemente se enconje de hombros— y como se llama tu compañera?

　　— Violeta Lee, y los suyos?

　　— Lucas Santorini — dijo Clemente

　　— Adrián Leimaire — dijo Máx

　　— Un Italiano y un Francés — dije pensativa — Por lo visto no somos los únicos extranjeros en el internado

　　Después de eso nos separamos para que cada uno se pudiera ir a su habitacion. Llegue a mi habitación, la inspeccione y se ve bastante grande, tiene una dos camas de dos plazas, dos armarios grandes de madera, dos escritorios y una puerta la cual supongo es el baño, luego de inspeccionar un poco me acosté en la cama a esperar a que Will traiga mis maletas.

　　— tocan la puerta — Adelante — digo desde la cama que me adueñe ya que mi compañera no está

　　— entra Will— Señorita Alex les traje sus maletas — dice dejándolas en el suelo

　　— Muchas gracias Will — dije levantándome de la cama para ayudarlo

　　— No tiene de que agradecer — me dice con una sonrisa — Ya es hora de irme señorita

　　— No por favor quédate un rato a conversar conmigo, mi compañera de cuarto no va a estar — le digo abrazándole fuerte para que no se vaya

　　— se separa de mi — Solo por un momento — me regala una sonrisa

　　— suelto un suspiro — Will te puedo contar un secreto?

　　— Por supuesto señorita sabe que yo soy una tumba

　　— Tengo un poco de miedo de estar aquí

　　— Will me mira extrañado — Por que?

　　— Porque tengo miedo que se burlen de mi como lo hacían antes — dije en un poco triste

　　— Señorita no piense eso, desde que usted cambió hace un par de años nadie se a atrevido a molestarla más

　　— Lo se Will, pero que pasa si mi coraza se rompe y vuelvo a ser la nerd que se queda callada cuando la molestan — se escapa una lagrima de mi ojo— o si se enteran lo que le paso a Rosa y lo usan en mi contra? O si no puedo ser lo suficientemente fuerte

　　— Will seca mi lágrima y toma mi muñeca, en donde tenía un tatuaje de una rosa aun no florecida — No piense en eso señorita, cuando se sienta sola o triste o mal mire su muñeca y piense en Rosa, ella siempre la acompaña además tiene a sus hermanos— me regala una sonrisa

　　— Muchas gracias Will — Lo abrazo fuerte — Si alguna vez necesito una oreja te puedo llamar?, nadie es tan bueno escuchando como tú

　　— Por supuesto que si, yo siempre voy a estar para usted y sus hermanos — me dice aún abrazándome

　　— Eres el mejor

　　— Will se separa de mi y me da un beso en la frente — Perdón pero tengo que irme, aun no les llevo sus cosas a sus hermanos, debería llamar a su padres para avisar que llegó bien

　　— hago una mueca — Esta bien los llamere mas tarde, te voy a extrañar mucho — le doy un ultimo abrazo y el se va

　　Se que están pensando ¿quien es Rosa? , ella era mi mejor amiga, era pelirroja de ojos café un poco más baja que yo y no era delgada pero tampoco gorda, nos conocimos a los cuatro años y nos hicimos amigas al instante, pasaron los años y nos convertimos en duo inseparable a pesar de que nosotras nunca fuimos muy populares que digamos éramos felices si la otra estaba, en ese tiempo yo usaba mi pelo de su color rubió natural, usaba unos lentes gigantes y era un poco gorda, pero a ella nunca le importo mi apariencia.

　　Cuando entramos a la secundaria nos empezaron a hacer bulling, ella siempre me decía que no le prestara atención, que fuera fuerte y que no me avergonzara de quien era. A pesar de su ánimo hacia mí y siempre mostrarse fuerte después de un año Rosa no lo soporto más y se quito la vida.

　　Luego de eso yo entre en un hoyo del que nadie me podía sacar, empese a perder peso porque no quería comer, deje de ir a la escuela y me aleje de todos, hasta que un día Will me hizo recapacitar y me dio el animo de seguir adelante. Cambie mi aspecto físico comprandome ropa que la antigua Alex jamás habría usado, teñí mi cabello, empecé a usar lentes de contacto y empecé a hablar de una manera un poco menos correcta para que no pasásan sobre mi y entre en el mundo de los "populares".

　　Por un momento todo eso se me fue de las manos y me convertí en una Alex irreconocible, salía de fiesta Viernes, Sábados y algunos Jueves o Domingos, con respecto a los chicos me convertí en una Playgirl, me besaba y acostaba con muchos sin importarme como me hacía ver eso, hasta que un día mis hermanos

Max y Clemente

me mostraron como me veía el resto y fue cuando me di cuenta de que me estaba perdiendo a mi misma por lo que me hice el tatuaje de una rosa antes de florecer en mi muñera para recordarme que debo ser fuerte, sin dejar de ser yo misma y salir adelante como a Rosa le habría gustado.