"La Familia No Se Abandona"

　　Narra Caroline.

　　Desde la muerte Damon y Bonnie todo aquí se ha complicado aquí, todos perdieron la esperanza de que ellos vuelvan y continuaron, algunos, con su vida.

　　Elena, ella finge que todo esta bien, trata de seguir adelante, a veces pienso que ya olvido a Damon pero después veo que esta sufriendo más que todos.

　　Matt, creo que él ha sido el único que ha continuado con su vida, influyo mucho el que en Mystic Falls ya no haya magia. Creo que se ha olvidado de eso, pero es normal; a decir verdad, el es humano.

　　Jeremy, es un caso perdido, no puede superar la muerte de Bonnie, jamás imaginé que Jeremy perdiera el control de su vida, sé que esta sufriendo pero no es bueno como trata de enfrentar todo esto.

　　Tyler, él idiota ya no me habla, me ignora, trata de ser otra vez «un chico normal», otra vez, pero se le ha tornado difícil.

　　Alaric, el pobre aún no sabe como llevar esta nueva vida, el ser vampiro, se le ha complicado mucho. Pero ha hecho más esfuerzo que los otros.

　　Y por otro lado, Stefan se fue y no se despidió, no sé dónde esta, no me llama, no contesta mis llamadas, simplemente se fue.

　　Y yo, bueno... dejé de ir a la escuela, trato de encontrar la forma de traer de vuelta a Bonnie y Damon, he buscado con todas las brujas y simplemente no pasa nada. Aunque suene raro, Enzo ha sido de mucha ayuda en esto, él ha tenido más interés en traer de vuelta a Damon y Bonnie, pero no hemos tenido suerte, no perdemos la esperanza, porque ellos volverán.

　　Alaric ahora da clases en la Universidad, donde se supone que debería estar estudiando, ahora veo que todo lo que hice para estar en la Universidad dejó de importarme en una noche, pero soy un vampiro tengo muchos años por delante puedo estudiar a la edad que quiera; pero volviendo a Alaric, ahora ya no da clases de Historia, sino Ocultismo, con todo esto no me sorprende.

　　—Desde hace mucho tiempo las brujas y los hechiceros son considerados seres sobrenaturales muy poderosos, seres a los que hay que temerles y sobretodo a lo que no hay que hacer enojar —comentó mirando a los estudiantes—. Pueden crear hechizos que mantengan encerrados a 20 vampiros en un tumba abajo de una Iglesia, crear inmortales, vampiros, ser parte de los dos mundos e inclusive traer de vuelta a sus seres queridos —dirigió su mirada hacía Elena.

　　—Pero eso solo es un mito, ¿no? Porque las brujas no existen —preguntó un alumno.

　　—A veces alguno mitos pueden llegar a ser reales —sonó el timbre de salida y todos los alumnos comienzan a recoger sus cosas—. Pasen un buen fin de semana —comentó Alaric, observó a Elena y la detuvo a antes de que saliera—. ¿Cómo te sientes?

　　—Estoy bien Alaric, por favor deja de decirme indirectas, sé que Damon y Bonnie no van a volver y yo lo entiendo —respondió y después salió del salón.

　　—Necesita más tiempo, fue una gran pérdida para ella —comentó Tyler acercándose a Alaric—... para todos.

　　—Lo sé, pero alguien tiene que ayudarla a que no se dé por vencida.

　　—Necesitaremos mas ayuda, ¿has hablado con Caroline?

　　—No, la última vez que hablé con ella estaba con Enzo en casa de Stefan.

　　—Ahora ella y Enzo son amigos —habló Tyler.

　　—No puedes reclamarle nada Tyler, ¿cuándo fue la última vez que hablaste con ella?

　　Tyler no tuvo ningún argumento para responderle a Alaric, desde aquella noche no me ha dicho nada. Ahora viajo con Enzo a dónde se supone debe estar viviendo Stefan. Es muy frustrante como simplemente se dio por vencido, ¡él! Que siempre ha sido el héroe, el que nos ayuda, el que nos salva ahora se dio por vencido.

　　—¿De verdad crees que Stefan viva aquí? —pregunté observando por la ventanilla del carro.

　　—No.

　　—¿Y que diablos hacemos aquí entonces? —cuestioné molesta.

　　—Relajarnos Caroline, a veces es bueno salir de la rutina —respondió Enzo.

　　—¡Enzo!, esto es estúpido no podemos simplemente parar...

　　—Ahí esta tu héroe —comentó apuntando hacía Stefan, quien estaba entrando a la casa.

　　Aún no podía creer que Stefan siguió con su vida y dejó de buscar la manera de traerlos de vuelta, no sabía cómo era que él simplemente lo haya dejado. Estaba muy molesta con él.

　　—¡Stefan! —grité desde la otra calle.

　　—¿Caroline? —preguntó Stefan sorprendido.

　　—Stefan —lo abracé y después lo golpee— ¿Qué diablos te pasa? ¿Porqué no llamas?

　　—¿Stefan? —se escuchó una voz femenina desde dentro de la casa.

　　—¿Quién vive contigo? —preguntó Enzo.

　　—Es una amiga.

　　—No sabía que los amigos vivieran juntos —comentó Enzo.

　　—Se llama Ivy.

　　¿Ivy?, él prefirió estar con ella que buscar la manera de traer de vuelta a su hermano, qué rayos le pasaba. Omitiendo las presentaciones, Stefan nos invito a cenar, bueno de hecho Enzo se invitó a sí mismo y a mi también. Pero estas comidas, en las que el silencio se hace presente, se tornan muy incómodas.

　　—Muy buena la cena Stefan —comentó Enzo en forma de burla—. Se nota que cocinar no lo has abandonado.

　　—¿Y hace cuánto conoces a Stefan? —pregunté a Ivy tratando de cambiar de tema.

　　—Hace unas semanas, mi carro se descompuso y Stefan lo arreglo.

　　—¿Trabajas? —preguntó Enzo.

　　—En un taller —respondió Stefan.

　　—¿Y desde cuándo Stefan Salvatore trabaja? —pregunté molesta.

　　—Desde que empecé a valerme por mí mismo —respondió.

　　—¿Cuándo fue eso? ¿Cuándo tu hermano y nuestra amiga murieron? —comenté molesta.

　　—¿Tenías un hermano? —preguntó Ivy.

　　—¡Tiene! —respondió Enzo— Sólo tiene que ir a buscarlo.

　　—¿Buscar qué? ¿un fantasma? Ellos no volverán, ¿por qué se empeñan en eso? —dijo Stefan, levantándose apartando la silla de él.

　　—Ivy qué tal si vamos arriba un rato, en lo que ellos platican —dije para salir de la escena de gritos entre Enzo y Stefan.

　　—Me parece bien —respondió Ivy.

　　Ambas subimos al cuarto de Stefan, traté de no escuchar lo que se decían esos dos, pero tengo un gran oído y escuché todo. Sólo quería no escuchar nada.

　　—¿Porqué lo dejaste? ¿tú hermano no vale la pena? —preguntó Enzo.

　　—No es por eso, simplemente que no hay forma que vuelva —respondió— Traté de encontrar una forma, miles de veces, pero no hay solución se fueron.

　　—Tú hermano nunca... No, él no es tu hermano, la familia no se abandona —comentó Enzo y después salió de la casa molesto.

　　Después de un rato dejé de escuchar gritos y bajé a ver qué había pasado, usé mi compulsión de vampiro y le dije a Ivy que no bajará. Cuando iba bajando las escaleras sólo logré observar unas sillas rotas y un florero en el suelo. «Vaya que se habían peleado», observé a Stefan limpiando la mesa, traté de acercarme a él, pero no pude.

　　—¿Escuchaste todo? —preguntó Stefan de espaldas a mi.

　　—Era imposible no hacerlo —respondí con sarcasmo.

　　—¿Por qué se aferran a eso? —volteo y me miró a la cara.

　　—¿Por qué lo dejaste?

　　—Porque no hay una forma de que vuelvan...

　　—¡Siempre la hay! Bonnie volvió dos veces...

　　—¡Es diferente Caroline! Ya no existe el otro lado, no sabemos dónde están.

　　—Yo no me he rendido.

　　—¡Yo si!

　　—La familia no se abandona Stefan. Sin importar nada, siempre se ayudan.

　　—¿Ayudar a quién? Mi hermano está muerto, ya no tengo familia.

　　—¡Damon es tu familia! ¡Y tú lo estas abandonando! —dije molesta.

　　—¡No volverá! —alzó la voz— ¿Porqué no te sacas esa idea estúpida? No podrás ser el héroe de esto, no trates de arreglar esto también —se detuvo al reflexionar lo que había dicho— Caroline, yo...

　　—¡No Stefan! Lo entiendo, pero no pretendo ser el héroe, los extraño y quiero que vuelvan.

　　Salí de la casa, y fui rápidamente hacía el carro en donde no pude contenerme más y comencé a llorar. Golpeé una y otra vez el volante, tratando de olvidar todo lo que había pasado esta noche, olvidar todo lo que Stefan me había dicho, pero era imposible, no podía sacarme de la mente sus palabras. Después Enzo entró al carro, yo sólo traté de limpiar mis lágrimas pero lo notó de inmediato.

　　—No debíamos venir aquí —comenté.

　　—Él no se merece tus lágrimas Caroline —comentó Enzo.

　　—No son por él, es por todo.

　　—Claro que son por él —respondió con rabia—... Pero ahora haré que también derrame lágrimas.

　　Enzo salió del carro y se dirigió a la casa de Stefan, nuevamente, no pude detenerlo, no sabía lo que iba a hacer pero sin duda no sería nada bueno.

　　Stefan seguía limpiando la casa, como si eso fuera lo único importante para él, pero pronto Enzo lo interrumpió.

　　—¡No te mereces las lágrimas de ella! —grito Enzo. Stefan volteó

　　—¿Ivy? —dijo al ver que Enzo la tenía sujetada del cuello.

　　—¡Stefan! ¿Qué esta pasando? —preguntó Ivy asustada.

　　—No te preocupes todo está bien —respondió Stefan.

　　—No lo está cariño —dijo Enzo con una sonrisa y después giro el cuello de la chica, su cuerpo, sin vida, cayó ante la mirada de Stefan.

　　—¿Porqué lo hiciste? —preguntó Stefan molesto— Ella no tenía nada que ver con esto.

　　—Tienes razón —usó su velocidad de vampiro y se acerco a Stefan—, tu fuiste quien la hizo llorar —acto seguido giro el cuello de Stefan, quien también cayó al suelo.