El punto de vista de Rose

"Rose, despierta. Es hora de ir a la universidad". Escuché a mamá gritar desde abajo. Abrí los ojos y revisé mi teléfono para ver la hora. "Ups, estoy tarde otra vez", dije y comencé a apresurarme. Fui al baño e hice mi rutina matutina de siempre. Luego, me vestí con una simple sudadera con capucha negra y un par de jeans azules. Cuando bajé las escaleras escuché a mi mamá decir: "Cariño, ven y desayuna".

"No, mamá, ya estoy tarde. Y no puedo faltar a ninguna clase", le respondí mientras la abrazaba. En cuanto vi que mi mejor amiga Alice me estaba esperando en su auto salí de casa.

"Vamos, no tenemos tiempo para saludos", dijo ella cuando subí a su auto.

Me reí de ello y me relajé, cerré despacio los ojos y descansé en mi asiento.

Esta era mi vida. Mi mamá y mi mejor amiga eran la única familia que tenía. Mi padre falleció durante la guerra de los hombres lobo y ya no estaba con nosotras. Él era un gama, un lobo luchador; mientras yo, una omega. Sabía que no era tan fuerte pero podía protegerme del peligro, y eso era suficiente para mí.

"Ya llegamos", dijo Alice. Enseguida abrí los ojos y me bajé del vehículo. Mi amiga estacionó su auto y fuimos a nuestra primera clase.

Crismon High era una universidad muy famosa en nuestra manada, que era considerada una muy grande, ya que en ella vivía más de mil familias. Al igual que en cualquier otra, no necesitamos vivir juntos en una "casa de la manada", cada uno tenía la suya. Solo cuando era urgente, nuestros jefes de familia iban a ella para las reuniones oficiales. Después de la muerte de mi padre, nadie de mi familia volvió a ir a las reuniones ni tampoco pudieron ver al Alfa Principal.

"Srta. Lee y Srta. Park, ¿llegando tarde otra vez? Si lo vuelven a hacer, se verá reflejado en sus notas", espetó la Sra. Stefen enojada.

"Lo siento, ya no lo haremos", contestó Alice y nos dirigimos a nuestros lugares.

Ya en mi asiento, escuché algunos susurros: "¿No sabías? Arvan Alfa está de vuelta en Crismon High".

"¿Dónde había estado?", preguntó otra chica.

"Escuché que terminó herido en la guerra el año pasado. Así que tuvo que retirarse, pero ahora ya está recuperado. Verlo todos los días será como un sueño. Es tan guapo".

"No solo guapo sino también peligroso. Él es el Alfa Principal, tonta", respondió Alice en voz alta. Todos la escucharon y luego volvieron su atención a la clase.

"¿Arvan Alfa? ¿Tú lo conoces?", le pregunté.

"Por supuesto, Rossy. Todos saben quién es. Lo vi una vez cuando fui a la casa de la manada con mi papá", me contestó.

"Nunca tuve la oportunidad de conocer al Alfa Principal. Vi a su padre cuando el mío estaba vivo". De pronto, me puse triste al pensar en mi papá.

"Descuida, Rossy. Recuerda que el tío siempre estará con nosotros en nuestros corazones", trató de consolarme mientras me daba palmadas en mi espalda. Asentí y observé la pizarra donde la Sra. Stefen escribía algo.

Después de la clase, Alice y yo nos dirigimos a la cafetería a desayunar. Las chicas estaban gritando y los chicos parecían asustados.

Fue entonces que vi pasar a un grupo de chicos muy guapos y dejé de prestarle atención a las chicas que gritaban. 

Un joven de cabello negro captó mi interés. Tenía una mano tatuada y un piercing en la ceja: parecía peligroso. Pero también era muy guapo, guapo con un aura diabólica.

¿Cómo puede una chica gritar al verlo cuando se ve tan peligroso?, pensé.

El grupo de jóvenes estaba a punto de dirigirse a su mesa cuando, de pronto, aquel chico se detuvo. Estaba frunciendo el ceño y buscando algo con los ojos. Se quedó mirando a su alrededor durante algún tiempo.

De repente, volvió la cabeza, me miró y entrecerró los ojos. Me quedé sin aliento de lo sorprendida que estaba con su mirada. Sentía que podía ver mi alma. Pero también me percaté que parecía muy enojado. Luego de ese rápido intercambio, se dio la vuelta y fue a la mesa con sus amigos.

De pronto, todos me estaban mirando. Algunas chicas lo hacían de manera desagradable. No podía estar más confundida.

"¿Lo conoces?", preguntó Alice.

"No, ¿quién es él?", cuestioné confundida.

"Él es el Alfa Principal del que hablábamos en la clase, Rossy. Nuestro Alfa Principal", me respondió mientras ordenaba sándwiches para nosotras.

"Pero es demasiado joven para serlo. Quiero decir, tal vez sea mayor que nosotros. ¿Pero un Alfa Principal? ¿No es demasiado pronto para él? ¿Qué edad tiene?", pregunté al mismo tiempo que lo miraba. Él estaba hablando con sus amigos.

"Tiene 24 años. Es joven pero es de pura sangre. Su energía y poder son mucho más que cualquier otro Alfa Principal de otras manadas. Por eso su padre decidió darle su responsabilidad desde temprano", explicó Alice.

"Oh, ¿un pura sangre? Es muy poderoso entonces", dije.

"Sí, pero todavía no tenemos ninguna Luna".

"¿Él todavía no encuentra a su compañera?" Eso me sorprendió porque era lo bastante mayor para conseguir una.

"Rossy, sé que no estuviste aquí durante 5 años. Apenas regresaste el año pasado cuando escuchaste sobre lo que le pasó al tío. Pero sabes que nuestra manada ya no era la misma que antes. Todavía no tenemos nuestra Luna. Sí, Arvan Alfa es poderoso pero también necesita a su pareja para fortalecer más su poder”, expresó Alice.

Mi amiga tenía razón. Yo había viajado al extranjero hace cinco años, y tenía planeado vivir fuera, pero nunca pensé que mi papá nos dejaría tan pronto. Así que volví por mi madre. Este año sí que ha sido muy duro para nosotras. Siempre me quedé con mi madre y nada más captó mi interés.

Pero, de repente, este alfa llamó mi atención y no entendía por qué. Como sea, sabía que no debía pensar mucho en nadie. No tenía nada que ver con esos asuntos.

Sin embargo, había algo que no podía entender, ¿por qué me miraba así?