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Obligada A Amar Al Millonario

Obligada A Amar Al Millonario

Autor:AracneaMA

En proceso

Introducción
Renzo Roemmers el multimillonario más despiadado del país me ha secuestrado minutos antes de tomar mis votos religiosos. Él es despiadado y frío y lo peor es que me desea. Y no es solo él sino todos aquellas personalidades múltiples que pueblan su mente. Debería odiarlo, debería escapar de su crueldad, pero no puedo hacerlo, después de todo entre todos los seres de su mente se encuentra el amor platónico de mi infancia. ¿Podré encontrarlo antes de que él me consuma?
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Capítulo

En la actualidad:

La alfombra mullida que cubre el piso de mármol amortigua mis acelerados pasos. Intento abrir alguna de las puertas que se encuentran en el ostentoso y desierto pasillo, pero ninguna se abre. Puedo oír sus pasos subiendo la escalera tranquilamente.

Ludo me indico que corriera y eso solo presagia lo peor. Los músculos de mis piernas siguen debiles por lo que me hizo. Y recordarlo acalora mi rostro

_ A ver a dónde se escondió mi estrellita _ dice una retorcida voz masculina.

La piel se me eriza al escucharlo, intento con la última puerta del pasillo y gracias al cielo se abre.

Ingreso rápidamente y cierro la puerta, tengo que buscar donde esconderme, no quiero que ellos me encuentren.

Reviso con la vista el oscuro lugar y para mi espanto, es una habitación, no cualquier habitación, la suya.. Tengo sentimientos encontrados al ver el viejo oso de peluche en su cama. Él duerme con ese oso desde que decidió aceptarlo, de mi parte.

El lugar es enorme y muy lujoso, con una cama moderna en el medio de la habitación sobre una tarima. La habitación tiene sobrios colores decorando, desde la alfombra gris oscura de su piso hasta las mantas bordo de su cama. Las paredes son de un color gris claro. En la habitación se encuentran dos puertas. Me dirijo silenciosamente a una y noto que se trata de un baño, un que es un lugar digno de un spa de lujo. Desde su lavado doble hasta su hidromasaje, todo grita dinero y buen gusto, pero no hay muchos lugares para esconderse, así que se dirige en puntas de pie a la otra puerta encontrando un vestidor, si se puede llamar así a lo que parece una tienda de lujo dentro de su habitación. Por lo menos aquí puede esconderse entre la ropa.

Busco entre los estantes de la pared y me oculto en uno de ellos tapando mi cuerpo con una pila de suéteres de lana.

Mi cuerpo no puede dejar de temblar, mientras oigo sus pasos entrando en la habitación.

_ Mmm veo que alguien está ansiosa. Nunca pensé que tú vendrías corriendo sola hacia mí cama_ dice a modo de ronroneo._ aunque preferiría tenerte en el suelo cubierto de sangre _ agrega de forma espeluznante como si hablara solo, lo veo caminar lentamente entre los estantes mientras canta de forma aterradora _ Estrellita ¿Dónde estás? Quiero verte a ti sangrar_

El pánico me invada mientras escucho su aterradora voz susurrando _ será mejor que salgas antes que mi paciencia se agote _ me avisa.

Conozco ese tono, de todos los que podían buscarme él, es el peor.

Ruego a Dios que no me encuentre, cubriendo mi boca para que no escuché mi respiración, pero de nada sirve, siento su mano, agarrar mi cabello y tirar de mí, obligándome a salir de mi escondite y pararme frente a él.

Su cabello rubio casi albino está todo desordenado y sus ojos de un marrón casi rojos me miran con una expresión aterradora. El miedo me congela ante su brusquedad al sujetar mi cabello, él entre todos es el que más me odia. Y es al que más le temo.

_ Miren lo que me encontré _ dice con una expresión sicópata en sus facciones. Sus ojos sádicos brillan color sangre mientras me recorre con la mirada y sonríe.

No tengo tiempo de reaccionar dado que él tira de mí con violencia y me saca a rastras del armario tirándome con fuerza al suelo de la habitación.

El golpe fue duro y el dolor recorre mi cuerpo, aun así intento alejarme de él mientras lo miro aterrada, arrastrandome de espaldas al piso.

Su cuerpo no es diferente del de los otros, es alto y con músculos marcados. Se ha quitado su camisa dejando ver las cicatrices que surcan de forma irregular su piel.

Él me mira en el suelo y veo como lame sus labios evaluando mi aspecto. Lo veo meter su mano en uno de los bolsillos de su pantalón negro de vestir y sacar una navaja retráctil de allí. Conozco esa navaja, todavía recuerdo el ardor que produce su filo en mi piel.

El miedo me invade mientras lo veo acercarse y agacharse lentamente en cuclillas a mi lado, sujetando mi rostro bruscamente con su mano libre.

_ Has crecido estrellita_ me dice con una sonrisa cruel _ ¿Me extrañaste?_ pregunta con un ronroneo cerca de mi rostro.

Yo solo puedo mirarlo con pánico

_ Te hice una pregunta me indica _ mientras libera la cuchilla de la navaja frente a mis ojos y acaricia mi rostro levemente con su filo.

_ Sí_ le miento con duda en mi voz, pero ante mi respuesta él solo presiona más el filo sobre mi piel.

_ Nnn, mentir es un pecado, _ me dice _ y las monjas no deben pecar ¿No es así?_ señala mientras tira fuertemente de mi cabello ante la palabra monja.

Puedo ver sus ojos tornarse cada vez más rojos, invadidos por su ira, eso no es bueno, sé lo que significa, ya los he visto así, todavía recuerdo su rostro cubierto de sangre.