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Interconexxions

Interconexxions

Autor:Emma assassin

En proceso

Introducción
Un eclipse solar cambiará la vida de Leo en 180°, una serie de eventos podrían destruir su vida por completo, a menos que esté dispuesto a luchar.
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Capítulo

Las alarmas sonaban por todo lo alto, personas con bata blanca corrían de un lado a otro, los teléfonos no dejaban de sonar, incluso aquellos que llevaban un uniforme más militarizado parecían nervios, varios objetos en el suelo o que se caían de la movilización de los presentes en el amplio sitio, en resumidas cuentas todo era un absoluto caos, de entre todos los presentes una persona se mantenía calmada observando su monitor, apartado del resto en su propia oficina lejos del ruido, con precisión tecleaba algo de manera vertiginosa, su mirada no se separaba de aquel instrumento de ciencia moderna, todo parecía ser un juego de niños para aquella persona, quitó la vista de su aparato de trabajo un segundo solo para observar la situación de afuera mientras se mantenía sentado en su sitio en completa calma pese al revuelo que había afuera, y como si nada importante pasase volvió a su labor, su tranquilidad contrastaba con la apariencia y edad de aquel sujeto, no pasaba de los 26 años, no se notaba en él nada de grasa muscular, un par de ojos color miel los cuales se veían eclipsados por las gafas las cuales los ocultaban dándole así lo que sería un típico cliché de científico de laboratorio y las cuales no pegaban en nada con el resto de su persona, su estilo de peinado muy moderno y sofisticado sin llegar a rayar en lo absurdo, en su boca sostenía una paleta de caramelo la cual se mantenía firme en sus sitio sin ser movida; además de ello, todo en aquel sujeto rebosaba de calma y control contrastando con lo que antes se había dicho del alboroto que había afuera.

Como se había estipulado anteriormente había caos en todos los escritorios, en su gran mayoría de los presentes observaban el inmenso monitor que tenía su mirada fija en el astro padre de nuestro sistema solar, varios números se mantenía en rojo y aumentaban cuantitativa mente, una de las pocas mujeres que había en aquella instancia también intentaba por todos los medio descifrar en su computadora que ocurría con insistencia tecleaba varios datos y números sin cesar, aunque en ella a diferencia del otro sujeto quien yacía en su propia oficina su semblante era más preocupado y un tanto nervioso, tras varios intentos infructuosos, está se dio por vencida, fu tanta la impotencia que llevo su mano derecha a su cabeza y la izquierda a la boca temiendo lo peor, al igual que el resto de personas que estaban en aquel lugar quienes parecían haber perdido la esperanza.

Tras ver ese último intento por arreglar la situación, todo quedó en absoluto silencio en aquella sala, de la enorme cantidad de personas que se hallaban ahí ninguna hizo ni un solo ruido o siquiera un susurro, todos miraban aterrados algo de lo que ni ellos con todos sus años de estudios podían llegar a entender, este era sin dudas el peor momento para la humanidad en esa contingencia, tal vez todo se había perdido, algunos incluso se pusieron a llorar ante el aparente fin, otros tanto abrazaron a sus compañeros más cercanos, todo era desolación, hasta que un ruido de una puerta acaparó la atención de todos, quienes al escuchar aquello voltearon a ver al despreocupado ser que caminaba como si nada malo estuviese pasando, llegó hasta la computadora central y saco algunos datos de la misma, los cuales se llevó consigo y volvió a su oficina, todo el mundo estaba incrédulo de aquel acontecimiento, era imposible que alguien se mantuviese tan sereno en aquella situación tan preocupante, "habrá enloquecido", pensaba uno, "tal vez solo sea un idiota" pensaba otro, el más sensato de ellos pensó "tal vez el ya se resigno"; todo ellos pensaban, tal vez con la esperanza de que al perder tiempo pensando en cualquier tontería todo pasaría más rápido, mientras los segundos pasaban atormentando a todos los presentes quienes aún no sabían que hacer varios atendieron su teléfono tal vez queriendo despedirse de su seres queridos o intercambiar alguna llamada con alguien que no habían visto, todo con tan de aceptar que su fin estaba cerca y sentir que todo había sido arreglado.

De nuevo el sonido de la mima puerta inundó aquel sitio y de la misma salió de nuevo el mismo sujeto sereno como hacia menos de 2 minutos, se mantuvo tranquilo hasta llegar el monitor central y un momento después ingreso al aparato electrónico varios datos que posiblemente había obtenido momentos antes, un tecleo por aquí y otro por allá, el monitor comenzó a bajar la cantidad de números en rojo, el resto de científicos en el sitio se quedó atónito ante aquella situación, algunos se sintieron aliviados de aquello y la mujer que hacía unos segundos estaba preocupada se tranquilizó, todos respiraron aliviados de que la tragedia hubiese concluido gracias a aquel sujeto, aún nada estaba respondido sobre que había pasado y aunque la incertidumbre estaba ahí nadie quiso saber que había pasado, únicamente se pusieron a celebrar por qué todo se detuvo.

La mujer que previamente había intentado sin exito para aquello fue la única que no se quedó con las dudas, por lo que sin pensarlo mucho se acercó a su compañero intentando hablar con él, pero este hizo una seña de hacerlo en privado, tal vez para no molestar a sus compañeros o tal vez por qué no le gustaba hablar con tanta gente gritando, por lo que la mujer le acompaño hasta la oficina de su compañero, tras entrar cerró la puerta dejando a ambos a solas, el hombre se mantuvo mirando hacia la ventana como siempre bastante tranquilo, la escena era bastante extraña para aquella mujer que no entendía que le ocurría a su compañero, tras unos segundo al fin la mujer comenzó a hablar.

-¿Cómo lo lograste?, Estuvimos haciendo nuestro mejor esfuerzo y nadie logro cambiar absolutamente nada, cualquier intento por cambiar el resultado fue infructuoso y tú metiste unos datos como si nada y acabaste con todo el problema.

-Realmente no hice mucho -comenzó a hablar aquel hombre con bastante tranquilidad-, lo único que hice fue atrasar lo inevitable, me cansa el ruido que hacen las personas cuando algo no va bien, solo les di un poco de tiempo lo suficiente para no escucharlos hasta que pase todo esto.

La mujer queda en shock al escuchar aquello y toma del hombro al joven y lo voltea quedando ambos de frente, tras esto procede a tomarlo del cuello al hombre con bastante irá, este último se muestra inamovible y no se inmuta ante la afrenta, le hace una seña para que le suelte del cuello, con tanta tranquilidad que espanta a la mujer dejándole, lo único que hace aquel hombre es hablar.

-No te enfades, esto estaba planeado de una u otra forma, puedes llamarle capricho del destino o suerte bastarda para nosotros, lo que dijiste estaba en lo cierto, no había manera de cambiar el resultado, lo único que hice fue darles un poco de tranquilidad.

-No tienes idea de la cantidad de vidas que se perderán si el sol actúa de forma errática, ni siquiera sabemos que es lo que esta ocurriendo, ahorita cuando menos habría oportunidad de que las personas se pudiesen despedir como es debido o de menos podrías haber intentado otra cosa, tu negligencia nos contará la vida a todo el planeta.

-Te equivocas, lo que ocurrirá a continuación es algo que cambiará al mundo de una forma positiva y tal vez hasta necesaria, no puedes ser tan egoísta y solo pensar que unos minutos cambiarán algo de lo que ocurrirá, lo mejor es que lo aceptes y dejes que ellos se mantengan felices un rato, así también dejan que yo disfruté este tiempo, de cualquier manera todo irá bien.

-¿A qué te refieres?, ¿De qué estás hablando?

Conforme la mujer concluía las preguntas, desde la altura el Sol es cubierto por una inmensa oscuridad, las máquinas que hacía unos segundos estaban calmadas volvieron a mostrar los número rojos, las alarmas sonaron mucho más fuerte que la última vez, todo el mundo en aquel sitio se sumió en el caos de nueva cuenta, mientras el científico calmado aprovecho para quitarse a la chica de manera fácil, se alejo de nuevo a la ventana observando el espectáculo y tomo un cigarrillo, lo prendió mientras le dedicaba unas palabras a su compañera.

-No te preocupes, todo estará bien, eso lo puedo prometer, y si no, nosotros estaremos para arreglarlo de una u otra forma, ten fe.

La mujer mira atónita y con lágrimas en los ojos como la inmensa masa oscura cubre todo el sol desde su posición, en el rostro de su compañero se mantiene la serenidad con la que empezó todo esto y grita ante la amarga realidad, y aunque tiene fe en las palabras que le dedicó su compañero el miedo es más fuerte.

La oscuridad sume a todo el mundo dejando prácticamente a ciegas a todos en el planeta, las personas miran al cielo aterradas de aquel acontecimiento, nadie entiende que ocurre, las actividades se detuvieron por un largo momento y un nuevo inicio da comienzo.