Cristal, siempre ha sido una chica alegre y trabajadora, ella trabajaba en las noches en una discoteca y en el día en un restaurante medio tiempo, para así poder pagar todas las deudas que tenía.

A ella le tocaba trabajar así de duro porque tenía que pagar las facturas médicas del hospital donde tenía hospitalizada a su madre, que era el único familiar que le quedaba en esta vida.

Eso creía ella, hasta que un día antes de que su madre intentara quitarse la vida le hizo una confesión, la cual Cristal todavía no lo podía creer, ella había dejado ese tema olvidado por un tiempo, porque sinceramente no sabía qué hacer con todo lo que su madre le había confesado.

Cristal esa noche había tenido que trabajar muy duro y estaba muy cansada y sin importarle su cansancio, ya que en la noche anterior le había tocado turno y estaba un poco cansada para ir al apartamento de su novio y sorprenderlo en el día de sus cumpleaños.

Pero como ella quería ser la primera en felicitarlo, por lo cual no le importo el cansancio y lo agotada que se sentía en aquel día.

Ella solo quería darle una sorpresa a su amado novio, puesto que este estaba de cumpleaños en aquel día, así que había tomado la decisión de pasar primero por su apartamento y felicitarlo, antes de llegar a su casa.

Ella se decía así misma, que por su novio sería capaz de soportar el cansancio un poco más y no dormir sus tres horas antes de ir a su otro empleo y en vez de irse a su casa a descansar se fue para la casa donde vivía su novio.

Sin imaginar que se iba a llevar la decepción más grande de su vida, lo primero que hizo al llegar al apartamento de su novio fue abrir la puerta, y fue sorprendida al encontrar ropa de mujer como de hombre esparcido en toda la sala.

Ella se comenzó a imaginar lo peor, como toda mujer si se encontrara con una escena así.

El corazón de Cristal estaba latiendo más rápido de lo normal, porque se había hecho la idea que su novio la estaba engañando con otra mujer.

Luego de imaginarse a su novio con otra mujer, ella comenzó a negar todo en su mente y se dijo así misma, deja de imaginar siempre lo peor de la gente, no vez que Pablo es el mejor hombre que has conocido en tu vida, y como le tenía tanta confianza a su novio se puso a recoger la ropa.

Para después de terminar de doblarla, la puso en unos de los muebles de la sala y se fue a la cocina a prepararle un desayuno sorpresa, estando en la cocina se reía de ella misma por imaginarse aquella historia.

Ella sabía que Pablo sería incapaz de serle infiel, porque más que nadie conocía su historia y sabía cuánto odiaba a los hombres infieles.

Luego pensó que su novio debería de tener una explicación para la ropa que encontró tirada en el piso y con estos pensamientos en su mente, le sirvió el desayuno en una bandeja que encontró en la cocina y se dirigió a la habitación para sorprenderlo.

Pero parecía que la sorprendida fue ella porque apenas abrió la puerta se dio cuenta de los dos cuerpos desnudos que estaban abrazados en la cama donde ella y Pablo habían estado innumerables veces juntos, y para el colmo con la mujer que la estaba engañando no era una mujer cualquiera, sino su mejor amiga. La cual siempre ella le contaba sus secretos más íntimos, no sabiendo que esta no era ninguna amiga, porque si se acostaba con su novio en que más la habría traicionado también.

Cristal al ver esta escena soltó la bandeja de sus manos, y la dejo caer al piso con un estruendo enternecedor.

El par de tortolitos al escuchar el ruido abrieron sus ojos y se sorprendieron mucho al ver a Cristal mirándolos con una mirada de incredulidad y lágrimas en sus ojos.

Ella al ver lo que sus ojos estaban viendo se negaba a creer en aquella escena, y se decía en su mente que todo era un mal sueño, que cuando se despertara se daría cuenta de que se había quedado dormida en el bus como casi siempre que salía del trabajo cansada lo hacía.

Hasta que escucho la voz de su mala amiga diciendo que no era lo que se estaba imaginando.

Cristal solo al escuchar estas palabras se dio cuenta de que esto no era un sueño como ella quería que fuese, y de inmediato le respondió si no es lo que estoy viendo con mis propios ojos, ¿según tú que es, entonces?

Pablo le dijo mi amor, es solo que tomamos demás la noche anterior y por eso pasó esto, pero te juro que es la primera vez, no tienes de que preocuparte.

Y Melina, su mala amiga, lo apoyaba con lo que este le decía.

Ella nunca en su vida se imaginó encontrar una escena así, ni en sus peores pesadillas se habría imaginado algo así.

Luego de ver como los sinvergüenzas defendían lo indefendible, ella les dijo y enseguida lo justifican que par de basuras son, tal para cual, y se fue sin mirar atrás y con una tristeza que nunca pensó llegar a sentir por una traición de su novio y de la cual se hacía llamar su mejor amiga.

Ya que nunca se imaginó que Pablo y Melina le harían algo como esto, ella solo escuchaba detrás de ella que él le decía que lo esperara y que no se fuera así. Mientras se iba solo escuchaba las palabras vacías del que hasta hoy era el hombre más importante en su vida, con el cual quería casarse algún día y que fuera el padre de sus hijos, sabiendo ahora que le dio una decepción mucho más grande que la que le dio su padre en su momento.