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Vuelve un amor del pasado

Vuelve un amor del pasado

En proceso

Introducción
Después de tres años de matrimonio, su esposo Duan Zhenting le pidió a Xu Wenyan que se divorciara. Solo porque el primer amor de Duan Zhenting regresó. Hace tres años, Duan Zhenting sufrió un accidente y se vio obligado a casarse en ese momento, eligió a su cuidador, Xu Wenyan. Xu Wenyan lo amaba, pero sus sentimientos por ella no eran amor. Sintiéndose muy herida, Xu Wenyan dejó a Duan Zhenting y volvió con su familia original. La verdad era que su padre era multimillonario y ella era una directora ejecutiva. Después de perder a su amor, decidió dedicarse a su carrera, pero lo que no esperaba es que poco tiempo después, se reencontró con Duan Zhenting en los negocios...
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Capítulo

—Voy a cumplir las condiciones que quieras, siempre y cuando firmes los papeles de divorcio —el hombre dijo esas palabras con una actitud fría, estando frente a la cortina.

Xu Wenyan estaba sentada en la enorme cama color blanco, sus hombros temblaban al son de su llanto y sus lágrimas caían sobre el dorso de su mano.

—¿Tenemos que divorciarnos?

Sus ojos estaban llenos de lágrimas, aunque aún conservaban un rayo de esperanza.

La mirada insensible de Duan Zhenting se posó, por unos segundos, en la cara de la mujer y al ver su lamentable mirada empezó a fruncir el ceño.

La tenue luz de la lámpara que estaba en la mesita de noche iluminaba su bello rostro. Si la veías a primera vista, no parecía tener una belleza deslumbrante pero sus rasgos faciales mostraban un aspecto gentil y sus expresiones estaban llenas de un toque de dulzura, de generosidad y de una sensación de juventud.

En ese momento, los ojos de la mujer estaban llenos de amor y de súplica, su cabello negro estaba disperso entre sus hombros, lo que acentuaba su tono de piel color nieve. Con ese aspecto, si se tratara de un hombre común, ella tenía todas las oportunidades de llamar la atención; sin embargo, para Zhenting ese aspecto personificaba aburrimiento e insipidez.

Para empezar, el hecho de que Xu Wenyan se hubiera casado con él fue por un accidente automovilístico que tuvo hace tres años, lo que hizo que quedará lisiado. Ese accidente hizo que él no tuviera otro remedio que separarse de su novia de aquel entonces.

Entonces, para que la familia Duan tuviera descendencia, su madre lo obligó a tener un bebé con la mujer que ella había comprado.

En un ataque de resentimiento no pudo quedarse callado y señaló a la doctora que estaba a su lado —ya que es necesario que me case, ¡entonces tendré que hacerlo con ella!

Esa doctora era Xu Wenyan, quien tras haberla investigado descubrió que era una mujer sencilla, con un carácter dócil y obediente, aunque por el momento no había necesidad de que ella se quedará en ese lugar.

—Han pasado tres años de estar juntos y en esta tarjeta hay 20 millones, considero que es una cantidad suficiente para que lleves una vida tranquila por el resto de tu vida —Zhenting sacó la tarjeta y la colocó sobre la mesa.

—¿Por qué la decisión de divorciarnos justo ahora?

Las lágrimas corrían por las mejillas de Wenyan y en el fondo de sus ojos se podía ver la agonía y el desanimo. Ella se preguntaba por qué tres años no habían sido suficientes para que cambiara de actitud, ya que tenía la esperanza que tras su recuperación podrían tener una mejor vida.

Tenía muchos planes para ellos, tenía planeado viajar, escalar, acampar, tener hijos y pasar el resto de su vida juntos.

—¡Porque no te amo! —el hombre no le estaba mintiendo, así que continuo con un tono indiferente—, solo tengo amor para Yufei, sé que ha vuelto y quiero casarme con ella.

Wenyan empezó a tener problemas para respirar al tener un sentimiento de dolor, era como si le estuvieran apuñalando su corazón con un cuchillo.

Ese hombre a quien ella había amado y cuidado por tres años, a quien había ayudado a recuperarse tenía en mente abandonar a su esposa y casarse con la ex novia en lugar de mostrar gratitud.

¡Acaso estaba bromeando!

—Zhenting... —Wenyan tenía la intención de seguir hablando pero un trabajador lo interrumpió repentinamente al entrar a toda prisa a la recámara y con ansiedad en su tono de voz le dijo —Sr. Zhenting, la señorita Gu no está muy bien. Por favor, vaya a verla.

La expresión de Zhenting cambió y salió de la recámara al pasar junto a Wenyan, su tono estaba lleno de perturbación —¿cuál es el tipo de cuidados que tienen en el hospital?

En un instante desapareció, dejando a Wenyan sentada en la cama con un sentimiento de confusión.

Ella pensó que él se quedaría en el hospital toda esa noche pero, de repente, llegó a casa con Gu Yufei.

Wenyan se paró en las escaleras y se le quedó viendo a las dos personas que habían llegado. El rostro de Yufei estaba pálido, eso resaltaba una belleza enfermiza e hizo que Zhenting la sostuviera entre sus brazos con el ceño fruncido como si él también estuviera sufriendo.

¿Alguna vez Wenyan la había tratado de esa forma cuando ella estuvo enferma?

Yufei abrió los ojos poco a poco y jaló la ropa del hombre a la altura del pecho con una de sus manos, le decía con un tono de voz muy bajo —Zhenting, señorita Xu...

Zhenting volteó a ver a la mujer que estaba en las escaleras y la calidez que había en su rostro se convirtió en indiferencia —voy a tramitar nuestro divorcio en tres días; por lo tanto, tienes ese tiempo para mudarte.

Después de haber dicho eso, bajó la cabeza y la preocupación por la mujer que estaba en sus brazos había regresado. Wenyan no podía escuchar lo que ellos estaban hablando, pero sabía que se trataba de esa inalcanzable ternura que tanto anhelaba.

Zhenting subió las escaleras con Yufei y mientras él pasaba a lado de Wenyan, Yufei se le quedó viendo de manera provocativa.

Los dos entraron a la recámara principal, Zhenting seguía con Yufei en sus brazos, la puerta se cerró naturalmente y, en ese momento, el cuerpo de Wenyan se tambaleó, por lo que tuvo que apoyarse de la barandilla. Luego empezó a llorar, en silencio, al darse cuenta que todas las bellas cosas de su mundo se estaban convirtiendo en cenizas.

Habían pasado diez años. ¡Su amor no correspondido había durado diez años!

Desde que él la había salvado, ese amor tuvo una duración de diez años, él vivió en su corazón todo ese tiempo, dejando una marca imborrable en su memoria.

Sin embargo, el amor es tan injusto porque la persona que más da en una relación jamás podrá ser la persona que sea correspondida, incluso si se sufría demasiado. Al final y lo que era peor para Wenyan es que había sido derrotada por una simple mirada de su oponente.

—Zhenting, realmente tengo que dejarte ir esta vez.

Wenyan sacó su mano y se enderezó lentamente, sus ojos llenos de lágrimas ahora estaban un poco claros y brillantes.

No importaba que tan apasionados fueran sus sentimientos hacia él porque se estaban apagando poco a poco, ya era el momento de darle la vuelta a ese ridículo y humilde amor.

Cuando regresó a su recámara, agarró los papeles de divorcio y cuando estaba a punto de escribir su nombre, sus ojos se quedaron fijos con lágrimas que empezaron a brotar sin poder contenerlas.

Después, se secó las lágrimas y empezó a escribir su nombre con un poco de dificultad.

 Ella escribió "Xu Wenyan", el nombre que había utilizado por los últimos tres años, así que le pareció prudente terminar todo esto con ese mismo nombre.

De ahora en adelante, su nombre ya no sería Xu Wenyan, ahora era Wen Yan.

Ese matrimonio estaba terminando de esa manera, por lo que aventó los papeles sobre la mesa y sacó una pieza de jade verde que estaba escondida debajo de la almohada.

Le había tomado un año hacer esa piedra, fue mucho trabajo porque cada vez que la tallaba lo hacía de la medianoche hasta el día siguiente, lo hacía de manera inconsciente porque se quedaba pensando que a él le gustaría mucho. Hacía todo eso hasta que los ojos se le ponían rojos; desafortunadamente ese regalo no iba a ser entregado. 

Wen Yan se empezó a reír para sí misma con auto desprecio. ¿Qué hubiera pasado si hubiera entregado ese regalo? Sabía que no iba a importar el esfuerzo que haya hecho, ya que terminaría siendo un pedazo de basura sin valor alguno en una esquina.

Empezó a empacar sus cosas pues ya había un coche que la estaba esperando afuera de la mansión. Wen Yan se marchó con cansancio y con un poco de desánimo —me acabo de divorciar.

En el asiento del conductor, un hombre con una letra tatuada en el brazo izquierdo hizo un sonido con los dedos —¡bien hecho! —, se inclinó y le entregó una computadora portátil—, ya regresaste a la vida de soltera, !en hora buena¡, ahora es momento de regresar al imperio.