Punto de vista del autor

En medio de su sala de estar, Meredith Cruz está viendo las noticias en la televisión, en los titulares está su esposo, Maximillian Cruz, el alfa de la manada New Moon; él está besando a una joven, casi desnuda, y bailando sobre las mesas del bar.

Ella ni siquiera recuerda cuándo fue la última vez que hablaron.

Nunca quiso este matrimonio, pero todos los días, desde que se casó con Maximillian, y se convirtió en su luna, ha estado haciendo todo lo posible por ser una buena esposa; ha cuidado la casa donde vive, le ha preparado la comida cada día durante los últimos seis meses y lo ha estado esperando para comer juntos, pero él nunca ha puesto un pie en esta casa desde que ella llegó.

Ese hombre solo recuerda que ella existe cuando lo llama por un asunto urgente, y eso nada más ha sucedido una vez desde que se casaron, por lo que Meredith no se equivoca al pensar que su esposo se ha olvidado por completo de ella.

"Luna, por favor", dice la tía Jen: "Por favor, deja de mirar eso".

"No te preocupes, tía, estoy bien", dice Meredith sin dejar de mirar la televisión, luego toma su celular y llama a su esposo.

"Buenos días, querido", dice, haciendo que la tía Jen sonría.

"Ah, eres tú…", escucha a Maximilian resoplar con nerviosismo: "¿Ahora qué quieres?"

"Quería decirte que he decidido divorciarme", le dice enseguida, sin titubear, y cuando levanta la mirada, ve los ojos de la tía Jen llenos de lágrimas.

"¿Cuándo quieres terminar con esto?", la voz del alfa Max cambia por completo y Meredith puede sentir su alegría.

"No es necesario reunirnos, ya firmé los papeles, la tía Jen te los dará, y estoy segura de que sabes exactamente qué hacer con ellos".

"Si esto es una broma, yo...", pero ya no hay nada que él le pueda decir, así que ella cuelga de inmediato.

"Se acabó, tía", dice.

La mujer estalla en lágrimas mientras le pregunta a Meredith: "Luna, ¿pero por qué?"

"¿En verdad no hay nada que se pueda hacer? Eres muy amable, nuestra anterior luna y alfa te quieren mucho; además, ¡le romperás el corazón al abuelo!"

La tía Jen sabe todo eso porque fue una omega en la casa del alfa durante más de cuarenta años, ella ama a esta familia y fue quien crio a Max, pero en este momento ama a esta chica pura y simple, que ahora es su luna, más que a cualquier otra persona.

"Tía, ya no puedo más", sus ojos azul oscuro se ponen muy claros al ver que el corazón de la tía Jen se está ablandando.

"Se arrepentirá de haberte perdido", dice ella.

"No lo hará, llevamos casados seis meses y nunca ha venido a casa desde el día de la boda, pero voy a estar bien, nunca quise ser su luna, así como él tampoco me quiso a mí; solo soy un ser humano débil en una manada fuerte, es normal que sea así conmigo".

"Aun así, eres nuestra luna, ¡no puedes dejarnos!", la tía Jen le ruega.

"Quizá encuentre a su pareja y verdadera luna. ¿Quién sabe?, todo es posible", le dice mientras abraza y mira con cariño a la anciana que la cuidó durante todo este tiempo.

"Debo empacar mis cosas, no quiero que tu alfa me encuentre aquí", dice Meredith antes de ir a su habitación.

Entonces se mira al espejo y sonríe.

"¡Lo logramos, por fin somos libres! Lo intenté por mamá y papá, pero no puedo quedarme aquí y desperdiciar mi vida", de inmediato busca una maleta y comienza a empacar su ropa; se pone su vestido de encaje azul claro favorito y se hace un maquillaje ligero en su rostro angelical.

Después toma sus zapatos de tacón color nude, se mira al espejo una vez más y se alegra de volver a ser la antigua Meredith Quinn, la chica elegante y refinada.

"¿Luna?", exclama la tía Jen atónita cuando la ve bajar.

Todos estos meses la había visto con ropa sencilla, viviendo humildemente, siempre trabajaba en casa y nunca dejaba que ella se ocupara de todo.

"¡Te ves hermosa! Si el alfa te viera ahora, estoy segura de que se quedaría en casa solo para estar contigo".

Sin embargo, la sola idea de que él descubra cómo se ve la verdadera Meredith la hace temblar.

"No, tía, si realmente me aprecias, por favor no le cuentes sobre esto; cuando salga de este lugar, tendré la oportunidad de vivir mi vida por primera vez. Esto es lo que quiero, es mi decisión", le dice Meredith mientras la toma en sus brazos, lo cual hace llorar a la pequeña anciana.

"Mi alfa no podría haber tenido una mejor luna que tú, te extrañaré mucho", la mira una vez más y le pregunta: "¿Quieres que te llame un taxi?"

"No, tía, mi hermano me está esperando", le da un beso en su mejilla arrugada, sale de la casa sin mirar atrás y corre hacia el auto que la espera en la puerta.

Ella nunca quiso casarse con Maximilian, ese era el deseo de sus padres, que perteneciera a una buena familia, ellos sabían que la vida como luna sería tranquila.

Meredith los amaba tanto que era incapaz de oponerse a sus deseos.

Ella era la hija adoptiva del alfa Landon Quinn, su hermano James la encontró en el bosque, cuando él tenía siete años y la llevó a su casa, la amaba con todo su corazón; Olivia y Landon la adoptaron, aunque fuera una humana, la amaban demasiado y toda su vida la habían protegido.

Por eso se esforzaron por buscar un hombre que le ofreciera seguridad a su hija; Landon y Carter, el padre de Maximillian, eran viejos amigos, así que les pidieron a sus hijos que se casaran.

Pero Maximilian juró que nunca amaría a Meredith, él quería tener una pareja, pero no iba a aceptar que fuera una débil humana.

Ella sentía lo mismo, nadie sabía exactamente su edad, todos suponían que ya tenía dieciocho años, pero en realidad tenía unos meses menos, y solo quería vivir y valerse por sí misma.

Sin embargo, aceptó casarse con Maximilian, pero él se negó a conocerla hasta el día de la boda.

Al ver que él no la quería, supo que necesitaba un plan para escapar.

"No puedo pasarme toda la vida siendo una carga para Maximilian y vivir como un ser humano débil, soy una humana en un mundo de lobos, ¡pero sé que puedo valerme por mí misma!, estoy cansada de depender de mi familia".

Entonces, el día de la boda, atrapó una abeja y se dejó picar en la cara para que él sintiera asco de su rostro, y no supiera que en realidad era una mujer hermosa.

Sabía muy bien que Maximillian era un mujeriego, todo el mundo lo sabía.

Se puso ropa sencilla y limpia, pero que ocultara su cuerpo e hiciera pensar a su esposo que ella no era lo suficientemente voluptuosa para su gusto.

Todas esas decisiones la trajeron hasta este punto.

Estaba segura de que Maximillian nunca aceptaría a alguien como ella como su luna, pero aun así lo intentó; si él hubiera vuelto a casa al menos una vez, habría visto a la verdadera Meredith, pero él prefirió seguir viviendo como un mujeriego y no prestarle atención a su esposa.

Max nunca volvió a casa, la dejó en una de sus propiedades y le pidió a la tía Jen que la cuidara, los únicos que la visitaban eran sus padres y el abuelo, pero su esposo no estaba interesado en ella, una humana patética que creía que casarse con él solucionaría todos sus problemas, o eso es lo que él pensaba.

Así fue como empezó todo.

Una menor de edad se casó con el soltero del siglo, se divorciaron en seis meses, y ni siquiera se vieron más de cinco minutos en todo ese tiempo.

"¿Estás bien?", pregunta James mientras abre la puerta de su auto para que Meredith entre.

"Sí, no puedo creer que por fin sea libre, James", dice ella, casi llorando.

"Mamá y papá no deberían haber insistido en ese matrimonio", respondió él abrazándola.

"Por favor, no les digas nada de lo que está pasando, se molestarán, solo diles que había diferencias irreconciliables entre nosotros".

James sonríe y enciende el auto.

"¿A dónde quieres ir ahora? Dime, puedes ir a cualquier lugar del mundo", pregunta él mientras sostiene su mano.

"París", dice Meredith, cerrando los ojos e imaginando la música parisina y el chocolate.

"Quiero estudiar diseño, siempre lo he querido, pero quedé atrapada en la manada New Moon".

"Entonces vamos a buscar un avión y darte alas. ¡Es hora de aprender a volar, hermana!"

La vida de Meredith acababa de comenzar.

Al día siguiente, el abuelo entra muy enojado a la oficina de Maximilian en la manada New Moon y le pregunta:

"¿Qué le hiciste a mi nieta?"

"¿De qué nieta estás hablando, abuelo?", pregunta él mirando al anciano con una expresión divertida.

"Solo tienes un nieto, ¡y soy yo!"

"¿Dónde está Meredith?", pregunta el abuelo, y en ese momento entra Carter.

"Papá, ¿por qué estás gritando? Te vas a enfermar de nuevo", dice, y toma la mano del anciano, pero el abuelo está tan furioso que empuja a Carter y le dice muy enojado:

"¡Este mocoso se divorció sin decírnoslo!"

"¡No fui yo!", exclama Max, los mira y continúa: "Ella me pidió el divorcio, no tengo nada que ver con su decisión".

De repente, Lisa pregunta: "¿Nada?, ¿cuándo fue la última vez que estuviste en casa?, ¿cuándo fue la última vez que hablaste con ella?, ¿cuándo fue la última vez que comieron juntos o durmieron en la misma cama?"

Una expresión de horror se dibuja en el rostro de Maximillian de solo pensarlo, ¿cómo podría dormir con una mujer con la cara hinchada y deformada?

"Esta fue su decisión, ella firmó los papeles y se fue. ¿Qué quieren que haga?, ¿que vaya y la busque?"

Entonces mira a sus padres y dice con firmeza:

"Esa mujer no merecía ser mi luna, ella no era la persona adecuada para esa posición".

"¿Y quién es la adecuada?", le pregunta Carter: "¿Alguna de tus p*tas?"

"¡Es mi vida y voy a vivirla como siempre la soñé!", grita Maximillian: "¡Esa es la mujer más fea que he visto en mi vida!, no me pueden obligar a vivir con ella", y luego sale agitado de la oficina.

Lisa pregunta con los ojos llenos de lágrimas: "¿En verdad se divorciaron?"

"Sí", resopla el abuelo muy enojado, pero luego mira a Carter y, después de pensar en algo, una sonrisa se dibuja en su rostro.

"Deja que ese mocoso piense que todo terminó, pero recuerda mis palabras, Carter, no descansaré hasta que Meredith regrese a esta manada, ¡ella es la chica perfecta para él!"

"Papá, cálmate, por favor. Voy a ejecutar el plan B para que se convierta en su luna, pero mantén la calma", dice Carter mientras lo saca de la oficina.

"¡Tráela a casa, Carter!"