Ellie se despertó temprano, muy temprano, pero su mente no la dejaba dormir ya más.

¿Cómo iba a seguir durmiendo si empezaba hoy una nueva etapa?

Cogió su móvil de la mesilla y miró la hora, suspiró. "Las 5:43", resopló. Todavía era demasiado pronto para bajar las escaleras e ir a la academia.

Aun así, decidió levantarse y empezar a prepararse. Tras una buena y larga ducha

placeres de madrugar

empezó a cepillar sus largos y rojos rizos.

Su pelo siempre había la había hecho destacar entre los demás, y es que su melena era del color del fuego. En su familia, a pesar de ser de descendencia escocesa, ya habían desaparecido las trazas pelirrojas. Solo su madre había heredado un subtono cobrizo en su larga y rubia melena, pues tanto su padre como su hermano eran totalmente rubios.

"Hoy es el gran día", se dijo para sí misma mirándose al espejo. Y es que ese día empezaba la academia, donde estudiaría administración y gestión de recursos para poder ayudar en la manada.

Su padre, el Alfa David, era un líder muy querido en la comunidad, conocido por ser justo y por cambiar el trato vejatorio que, hasta el mandato de su padre, el alfa Warren, habían sufrido los omegas. Cuando Warren murió en una guerra entre manadas, David tomó el relevo y decidió que ese no era el camino que quería seguir. Así pues, empezó a contactar con los demás Alfas de las otras manadas y consiguió que firmaran un tratado de paz, acabando así con las guerras. Con dicho tratado cada trimestre todas las manadas se reunían para comentar sus necesidades y ayudarse entre ellas, obteniendo así un clima de harmonía y paz que había permitido a las manadas crecer y desarrollarse sin problemas. Lo siguiente que hizo fue liberar del estado de esclavitud a los omegas, para integrarlos en la comunidad y ofrecerles trabajos dignos y remunerados, además, los omegas formaban parte activa de la manada ya que podían participar en los consejos que se realizaban.

Con gestas como esas consiguió ganarse el respeto incluso de aquellos detractores de su familia, ya que nada tenían que ver David y el violento de su padre.

Ellie estaba entusiasmada, pues aunque su hermano Roy iba a ser el Alfa y ella no heredaría ese título, deseaba poder ayudarlo con las tareas del día a día para que Roy pudiese seguir el camino que inició su padre.

Roy y Ellie habían sido criados en una familia donde imperaba el amor y el respeto, y aunque Ellie tenía algo de carácter, Ther

su madre

y su padre, siempre conseguían desviarlo y ayudarla a gestionar sus emociones. Roy en cambio, era el típico alfa, alto, musculoso y con un semblante solemne, pero con buen carácter, amable y considerado, gracias a la educación que había recibido de sus padres.