"Lang, ¿a quién crees que salvará si caemos las dos en la piscina?", susurró una voz femenina.

Lang, que estaba de pie en el jardín de la familia Lu, no tenía idea de qué estaba hablando Linlin, pero antes de que pudiera darse cuenta, ella la empujó con fuerza y cayó a la piscina, ¡y después Linlin gritó y también saltó al agua!

Era la fiesta de cumpleaños del abuelo de la familia Lu, y el jardín trasero estaba lleno de invitados, por lo que el grito de Linlin de inmediato llamó la atención de mucha gente.

"¡Ay, Dios mío, alguien ha caído al agua!, ¡es una de las señoras!"

"¡Qué alguien la salve!, ¡está embarazada!"

Antes de que alguien más pudiera reaccionar, una figura saltó a la piscina en un instante.

Beitang sacó a Linlin de la piscina helada mientras que la mujer en sus brazos temblaba como un pobre pajarito y las lágrimas corrían por su rostro: "Beitang, ¿acaso he hecho algo malo?, ¿por qué... por qué Lang me empujó a la piscina?"

"Me duele mucho el vientre. Beitang, el bebé...".

"Salva a mi bebé...".

"No te preocupes, iremos al hospital de inmediato", exclamó Beitang en un tono conciliador, y luego ordenó: "¡Qué alguien prepare mi coche!"

Todas las miradas estaban puestas en Linlin, como si no hubiera otra persona luchando por salir de la piscina helada.

Era la esposa de Beitang, Lang.

Al final, Lang logró salir torpemente del agua y miró a su alrededor, pero nadie siquiera le devolvió la mirada; ningún empleado le trajo una toalla y nadie se preocupó por saber si estaba bien, era como si fuera invisible para ellos y todos los invitados solo cotilleaban sobre lo que acababa de suceder.

"¿Por qué la señora haría algo así? Linlin es la viuda del primogénito de la familia Lu".

"Idiota, si Linlin da a luz a un niño, él se convertirá en el heredero legítimo de la familia Lu, y como Lang no tiene hijos, es obvio que se debe sentir muy amenazada".

"Ay, es el cumpleaños del abuelo, sería realmente desafortunado si el bebé muriera justo hoy".

Estas palabras fueron como dagas que se clavaron en el corazón de Lang, la mujer apretó los dientes, hizo todo lo posible por no escuchar las malvadas acusaciones y caminó lentamente de regreso a su habitación.

Debido a que se había caído al agua, por la tarde Lang estaba resfriada, se sentía mareada y se quedó acostada en la cama para descansar.

"¿Cómo eres capaz de conciliar el sueño después de lo que hiciste?", se oyó la voz de un hombre.

Estos gritos la despertaron y un segundo más tarde sintió que alguien la sacaba a rastras del cálido edredón y la tiraba con fuerza al suelo.

Lang levantó la cabeza y descubrió que era su esposo, Beitang, quien estaba extremadamente enojado y tenía los ojos llenos de odio.

"¿Cómo es que me casé con una p*rra malvada?"

Lang se lastimó las rodillas por la caída y cuando trató de ponerse de pie, no pudo hacerlo, y luego explicó apresuradamente: "Beitang, escúchame, yo no empujé a Linlin al agua, ella...".

"¡Suficiente!, ¿sabes que su bebé ha muerto?"

No lograron llegar al hospital a tiempo y el bebé ya había muerto, el primer nieto de la familia Lu ahora se había ido; el abuelo se preocupaba mucho por ese niño, pero ahora su fiesta de cumpleaños se había convertido en un funeral. El anciano no pudo soportar este gran golpe y casi se desmaya.

Al escuchar esto, Lang quedó atónita, ¿cómo era posible que el hijo de Linlin hubiera muerto?

"Tienes que ir al templo ancestral para expiar la culpa por matar a ese bebé", Beitang miró a Lang con frialdad, no había rastro de calidez en sus ojos.

¿El templo ancestral?

Lang no podía creerlo y de repente sintió un dolor agudo en su corazón.

La familia Lu solo abría el templo ancestral por dos razones, primero, porque tenían grandes eventos familiares, y segundo, cuando alguien cometía un grave error y debía recibir un castigo muy severo.

Cualquiera que iba a allí por la segunda razón nunca salía ileso.

Beitang, su esposo, la persona que se supone que debía apoyarla en esta familia de indiferentes, ni siquiera escuchó su explicación y la condenó de inmediato.

Lang miró al hombre frente a ella, tan guapo como siempre, y el que a los ojos de los extraños era la representación de la perfección; sí, era demasiado perfecto, por eso es que todos pensaban que ella no era lo suficientemente buena para él.

Ahora parecía que incluso él también lo pensaba, si no, ¿entonces por qué no le había dado ninguna muestra de confianza en los últimos tres años?

Al mirar al hombre al que había amado durante tanto tiempo, ¡sintió que su matrimonio había sido solo una larga broma!

......

El templo ancestral de la familia Lu era un edificio antiguo, tenía monumentos de madera de los antepasados en la sala principal y había un quemador de incienso en la mesa delantera, con tres varitas de incienso encendidas.

Los miembros de la familia Lu estaban de pie en el escenario, mientras que Lang se quedó parada en los escalones; aunque se veía delgada, también parecía inusualmente firme.

"¡Mujer malvada, arrodíllate!"

El abuelo de la familia Lu, rompió una taza de té a los pies de Lang y las piezas de porcelana rota volaron por los aires; incluso una le cortó la mejilla y la sangre comenzó a escurrir por el rostro pálido de la mujer.

"No hice nada malo, ¿por qué me voy a arrodillar?"

Cuando dijo eso, Señor Lu se enojó aún más hasta el punto de que Beitang también quedó atrapado en medio de la discusión.

"Mira con la clase de mujer que te has casado, no ha podido tener hijos durante estos tres años y ¡ahora ha empujado al agua a su Linlin porque estaba celosa por su embarazo!"

Beitang miró a Lang con frialdad, caminó hacia ella y levantó la mano.

¡Pum!, le dio una fuerte bofetada en la cara.

El golpe fue tan fuerte que incluso le sacudió la cabeza, luego se dio la vuelta lentamente y miró al hombre frente a ella con incredulidad, no podía creer que su propio esposo la había golpeado.

"Beitang, ya te lo he dicho mil veces. ¡NO HICE NADA!", exclamó Lang con los dientes apretados.

Las lágrimas rodaban silenciosamente por sus mejillas.

Sin embargo, Beitang ni siquiera arqueó una ceja, sus ojos estaban llenos de frialdad y disgusto, y su tono era extremadamente suave: "Esa bofetada fue por haber ofendido a tus mayores, has hecho cosas terribles, ¡pero ni siquiera eres capaz de admitirlas! Me das vergüenza".

Después, una poderosa patada aterrizó en la parte posterior de la rodilla de Lang, haciéndola caer de rodillas al suelo.

"¡Si te atreves a levantarte, nos divorciaremos!"