PopNovel

Leer en PopNovel

Tener accidentalmente un hijo con el Alfa

Tener accidentalmente un hijo con el Alfa

En proceso

Introducción
Después de luchar contra la infertilidad durante años y ser traicionada por su novio, Charlotte finalmente decide tener un bebé sola. Sin embargo, todo sale mal cuando la inseminan con el esperma del intimidante multimillonario Brayden Collins. De repente, su vida da un vuelco cuando la confusión sale a la luz, especialmente porque Collins no es un multimillonario cualquiera, ¡también es un hombre lobo que hace campaña para ser el Rey Alfa! Él no va a permitir que cualquiera tenga su cachorro. ¿Podrá Charlotte convencerlo de que la deje permanecer en la vida de su hijo? ¡¿Y por qué siempre la mira como si fuera su próxima comida?! No podría estar interesado en una humana, ¿verdad?
Abrir▼
Capítulo

Charlotte.

"Lo siento, Charlotte". Dijo, mi médico suavemente. "Me temo que te quedan muy pocos óvulos viables. Para ser franco, generalmente veo estos números en mujeres diez o quince años mayores que tú".

"¿Qué?" Murmuré, sin poder creer lo que me estaba diciendo. Llevaba mucho tiempo intentando quedar embarazada y tan solo tenía 30 años, por lo que todavía debían quedarme muchos óvulos.

"En términos de fertilidad, te queda muy poco tiempo". Continuó. "Si deseas concebir, debes hacerlo antes de que comience tu próximo ciclo".

"¿Mi próximo ciclo?" Repetí, con la boca abierta por el shock. De hecho, amaba a los niños más que a nada en este mundo y, aunque quizás no fuera la ambición de muchos, lo único que deseaba era poder ser madre.

Tenía que ir a casa y contarle la noticia a mi novio lo antes posible, no podía perder más tiempo.

En consecuencia, llegué a casa en un tiempo récord, crucé la puerta y abrí la boca para llamar a Benjamin, pero me detuve de repente. Tan pronto como entré, vi un par de tacones altos y un bolso junto a la puerta, ninguno de los cuales me pertenecía.

Rápidamente, levanté mis oídos en dirección al dormitorio y se me revolvió el estómago cuando escuché el inconfundible sonido de un gemido, acompañado de un constante golpeteo, a medida que la cama chocaba contra la pared. Sin dudas, el hecho de que Benjamin estuviera con otra mujer fue realmente devastador, pero no tanto como cuando me di cuenta de quién era. Conocía ese bolso y esos zapatos, pertenecían a mi mejor amiga, Sophia.

"Mier***, Charlotte es tan estúpida". Benjamin se rio "¿Puedes creer que realmente espera que tenga un bebé con ella?"

En consecuencia, Sophia resopló, "está delirando. No sé cómo pudiste soportarla durante tanto tiempo".

"Si no fuera tan hermosa, nunca podría haber desperdiciado mi tiempo con ella". Benjamin se burló. "Afortunadamente, las dosis diarias del plan B le impidieron concebir".

"¿La pastilla del día después?" Sophia preguntó. "¿Cómo lograste dársela sin que se diera cuenta?"

"La puse en su café de la mañana". Benjamin se río, sonando demasiado orgulloso de sí mismo.

De repente, mi visión se volvió completamente roja cuando finalmente todo comenzó a tener sentido. Estaba más que claro por qué nunca había podido quedar embarazada, a pesar de haber tenido relaciones s*xuales sin protección varias veces por semana durante años. Incluso por qué tenía los óvulos de una mujer de 45 años, después de que mi despreciable pareja me hubiera estado alimentando en secreto con anticonceptivos de emergencia todos los días. Ni siquiera sabía qué otro daño podría haberle causado a mi sistema reproductivo.

Pero antes de que pudiera detenerme a pensar por un momento, encendí con tanta violencia la alarma de humo en la pared para asustar y castigar a la pareja en el dormitorio, que temía cuál podría ser mi reacción cuando salieran. Inmediatamente, se dispersó agua del sistema de rociadores montados en el techo mientras una sirena estridente llenaba el aire, y a continuación escuché a Benjamin y Sophia gritar de sorpresa.

Unos momentos más tarde salieron corriendo del dormitorio y se detuvieron repentinamente cuando me vieron asomada en la puerta. Enseguida, los ojos de Benjamin se abrieron cómicamente, "¿Qué haces en casa tan temprano?" El maldito traidor tuvo el descaro de hacerse el ofendido porque lo había sorprendido, cuando en realidad fue el quien se había estado escondiendo a mis espaldas durante Dios sabe cuánto tiempo. De inmediato, pareció darse cuenta de lo sospechoso que se veía que él y Sophia estuvieran ahí, parados en ropa interior y rápidamente agregó, "Sophia vino a verme para planear una sorpresa para tu cumpleaños, pero luego derramamos café sobre nuestra ropa, y tuvimos que cambiarnos."

Al instante, el fuego comenzó a arder en mis venas. Él realmente debía pensar que era un idiota si esperaba que me creyera una excusa tan tonta.

Sin dudas, el hecho de que intentaran convencerme con semejante mentira era testimonio de la horrible manera en que me subestimaban y prometí vengarme de una forma u otra. Realmente no podía creer que hubiera desperdiciado tantos años

mis mejores años

con esa basura, que hasta incluso podría haber arruinado mi futuro. Tan pronto como ese pensamiento se deslizó en mi cabeza, me di cuenta de que no podía permitirme perder ni un solo momento más con Benjamin, ya que tenía cosas más importantes de las que ocuparme.

Por consiguiente, me disculpé y atravesé la ciudad a toda prisa por segunda vez aquella tarde, para correr hacia los reconfortantes brazos de mi hermana adoptiva, Victoria. No solo habíamos crecido juntas en el orfanato, sino que ahora se había convertido en obstetra y trabajaba para el banco de esperma más exclusivo de la ciudad. De hecho, nunca antes había acudido a ella porque siempre había imaginado que Benjamin y yo eventualmente concebiríamos de forma natural, pero claramente esa ya no era una opción.

Sin embargo, aunque pudiera encontrar a un hombre dispuesto a tener un bebé conmigo, no tenía el más mínimo deseo de volver a confiar en nadie más después de la traición de Benjamin. Tendría que hacerlo sola por mi cuenta y estaba segura de que Victoria podría ayudarme. No contaba con mucho dinero, pero tenía suficientes ahorros para pagar una inseminación, aunque básicamente tenía tan solo una oportunidad.

Pero cuando llegué, mis planes de exponerle mi situación a Victoria de manera clara y concisa se desvanecieron de repente, porque en el momento en que vi a mi hermana me destrocé en pedazos. De prisa, ella me abrazó y besó hasta que mis lágrimas disminuyeron, extrayendo lentamente de mí la historia pieza por pieza. Cuando se enteró de lo que me habían hecho Benjamin y Sophia, comenzó a insultarlos como loca, pero eso no fue nada en comparación con su reacción cuando le expliqué sobre mi fertilidad.

"¡Ese pedazo de mie***! ¡Lo mataré!" Dijo furiosa mientras me observaba con una expresión que denotaba una gran preocupación. "Charlotte, si tu médico tenía razón, eso significa que solo tienes una oportunidad de concebir".

"Lo sé." Sollocé. “Y si este va a ser mi único bebé, no quiero correr ningún riesgo. Quiero el mejor donante que podamos encontrar”.

"No te preocupes por eso". Victoria me aseguró. "Tenemos donaciones de actores, modelos, científicos; aquí solo contamos con lo mejor de lo mejor". Luego, ella miró hacia la puerta y bajó la voz. "Haz de cuenta que no lo oíste de mí, pero incluso Brayden Collins envió sus muestras aquí para analizarlas".

"¿Brayden Collins?" Repetí, "¿el multimillonario?" Por lo cierto, había visto al hombre por la ciudad, pero no nos movíamos exactamente en los mismos círculos. Vivía en el mismo vecindario que mi rico empleador y a menudo saludaba a los niños que cuidaba, pero siempre estaba rodeado de guardaespaldas y era tan intimidante que me ponía la piel de gallina con tan solo pensar en él.

"¡Ay dios mío!." Victoria se tapó la boca con la mano. "¡Se suponía que no debía decirte eso! No sé lo que estaba pensando. Aparentemente, él tampoco es ajeno a los problemas de fertilidad y confió en nosotros para manejar a sus nadadores más que en cualquier otro laboratorio del país. Tengo su esperma en la otra habitación en este mismo momento". Ella se mostró preocupada. "Pero Charlotte, no puedes decírselo a nadie, tienes que prometérmelo".

"¡Por supuesto!" Acepté de inmediato "Sé lo importante que es la confidencialidad aquí".

"Gracias", respiró Victoria. "Ahora te voy a dar un expediente de nuestros clientes para que puedas elegir un donante, y una vez que lo hayas echo, quedarás embarazada antes de que puedas siquiera parpadear".

En verdad, no fue una decisión para nada fácil, pero terminé eligiendo a un cirujano guapo cuya foto prácticamente me hizo desmayar. Enseguida, Victoria salió de la habitación solo el tiempo suficiente para preparar la muestra y, aunque cuando regresó parecía un poco nerviosa, completó la inseminación rápida y profesionalmente, para luego tomarme de la mano cuando finalizó el procedimiento. "Ya está todo solucionado, Charlotte". Me prometió. "Puedes volver en diez días para ver si funcionó".

«Diez días». Pensé aturdida. Tenía diez días para decidir mi futuro.

Si tan solo hubiera sabido que después de esos diez días, mi futuro ya no me pertenecería más a mí, sino al propio Brayden Collins.